La Cámara Colombiana de la Construcción, CAMACOL Risaralda, celebró
sus 35 años de fundación, con la participación de los miembros de la junta
nacional, el viceministro de vivienda, y la nutrida asistencia de todos los
afiliados de la seccional, entre los que se encuentran constructores y
proveedores de insumos y materiales.
Es este uno de los sectores más importantes de la economía
nacional. Tiene una connotación que lo
hace especial frente a otros, ser el más
grande empleador de mano de obra no calificada, ubicando masivamente a las personas
más vulnerables de nuestra escala social, aquellas que por una u otra razón no
alcanzaron a capacitarse formalmente.
No obstante, también emplea profesionales de diferentes áreas, ingeniería
y arquitectura, administración y ventas;
y es una fuente importante de ingresos para publicistas y medios de
comunicación. En fin, es mucho el
impacto socio económico que genera. Por
eso, llama la atención que todo este esfuerzo se haga sin la colaboración de
las autoridades municipales, en un ambiente de incomprensible indiferencia. Pareciera que a los funcionarios les incomoda
que las empresas generen ganancias producto de una actividad que, aunque lícita, no está exenta de dificultades.
No es fácil hacer empresa desde la formalidad, cumpliendo a
cabalidad con todas las normas. Los
trámites son cada vez más dispendiosos, los constructores prácticamente están
sustituyendo al estado ejecutando a su costa la infraestructura de vías, redes,
espacio público y equipamientos, y, aún así, hay que tener la paciencia del
santo Job para sacar adelante los proyectos, si se tiene la firme convicción de
no tomar la “vía rápida” del soborno y la corrupción. Lastimosamente, en este como en todos los sectores, existen quienes
la fomentan, con el único objetivo de ganar a toda costa, sin recatos morales
y sin ningún interés en la construcción
de ciudad, que va más allá de erigir edificios y también tiene que ver con
ayudar a fortalecer nuestras instituciones.
Por estas razones, en los discursos pronunciados en este acto se
hicieron llamados para que los empresarios empiecen a interesarse por los
asuntos públicos, puesto que la mala administración de los mismos puede llegar
a comprometer la viabilidad de la ciudad.
También se resaltó el papel que juega el sector en nuestra economía, en
el desarrollo y crecimiento de nuestra ciudad, y la importancia de coordinar
los procesos políticos y la toma de decisiones que, desde el ejecutivo, pueden
favorecer o entorpecer el ejercicio de su actividad. De esta forma, se abogó por la debida
articulación de los procesos de planificación, en especial la revisión del POT.
Resulta simpático constatar que cuando el sector de la
construcción ha frenado, aumentando sensiblemente el desempleo, las autoridades
se han mostrado dispuestas a todo tipo de salidas para reactivarlo. ¿Por qué no actuar adecuadamente hoy, y hacer
todo lo posible para que se conserve activo y en buen estado de salud? Sería
más apropiado y menos costoso para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario