martes, 25 de septiembre de 2012

LA RESURRECCIÓN DEL CONVITE

Muy nutrida la asistencia a la colocación del primer ladrillo de lo que será el Centro de Convenciones de Pereira.  La idea central, rescatar la civismo de las gentes pereiranas, muy acertada.

Existe una necesidad,  en todas las sociedades,  de apropiarse de lo atinente a los intereses colectivos.  Cuando no hay apropiación, todo lo compartido se debilita, y en estos tiempos en que la politiquería se ha tomado la administración de lo público, esa falta de interés de los ciudadanos por lo que les es común (el espacio público, la seguridad, las vías, la cultura, la salud, la educación, etc.), contribuye al desenfreno y a la corrupción de quienes sí se interesan, no tanto en el bien general, como en sacar provecho en beneficio propio.

Por eso, iniciativas como ésta,  que intentan unir a los ciudadanos en torno de una causa común,  resultan bien interesantes,  y pueden constituirse en un vehículo para despertarnos del adormecimiento complaciente, que ha permitido que se acabe con lo que nos pertenece a todos.

Es importante que se lleve a feliz término la construcción del Centro de Convenciones.  Pero, más allá de las ventajas que la obra traerá en competitividad, esta invitación reviste un trasfondo que, bien aprovechado, podría dar vuelta al destino de la ciudad.  Puede convertirse en una opción de poder, de tal suerte que los ciudadanos, interesándose hoy por este proyecto, luego puedan emprender otros, y se animen en el futuro a participar en el ámbito político, buscando personas,  diferentes a los políticos tradicionales, para la administración de la ciudad.

No es que quiera poner a los políticos en la esquina de los “malos” y al resto de los ciudadanos en la de los “buenos”.  Todos en nuestra vida,  de una u otra forma,  realizamos acciones que pueden ser catalogadas como políticas. No obstante,  registro, al igual que muchos, la falta de pertinencia, la ausencia de competencia, tal vez la indolencia, de las personas que se han venido ocupando de la administración de la ciudad.  Para todo se requieren competencias y habilidades, y, aunque muchos de ellos las tengan para ganar elecciones, a lo mejor no las tienen suficientes para administrar y gobernar, lo que a todas luces va en contravía de los intereses de todos nosotros, los “gobernados”.

Por todas estas razones, bienvenido el nuevo convite al que nos están invitando, éxitos,  y ojalá se sumen por miles las personas que se habrán de vincular a este noble fin.  Sólo una observación, para no fracasar en este propósito,  que puede dar tantos frutos: qué papel jugarán los políticos en la ejecución de los recursos?  Tener una respuesta clara a esta pregunta dará mucha tranquilidad a las personas que sientan el deseo de acudir a este llamado.  Miro el futuro con optimismo y deseo ver más allá de la iniciativa puntual, por eso aspiro a que este sea un comienzo para que todos participemos en los asuntos de la ciudad, con vocación de servicio y profundo entusiasmo, sinónimos de ser pereirano!!!.  

martes, 18 de septiembre de 2012

PLAN DE VIAS PARA PEREIRA: A PAGAR VALORIZACION?

Desde hace muchos años quise ver un estudio que, revisando las vías existentes, planteara la forma de hacer los recorridos más fluidos.   Hace más de un año, con un grupo de profesionales, emprendimos la tarea de estructurar una propuesta para cumplir con este cometido, la cual desarrollamos en colaboración con CAMACOL.

Tenemos en la ciudad herramientas de planificación, como el plan de ordenamiento territorial, POT, en él están proyectadas vías nuevas, que darán soporte al crecimiento de la ciudad.   No obstante, mi inquietud era más sencilla: cómo conectar de mejor manera lo existente? De qué forma hacerlo óptimo, más eficiente?

La malla vial pavimentada, con la que cuenta la ciudad, es un gran activo. Se ha venido construyendo en el tiempo,  con los recursos y la paciencia de todos los pereiranos. El propósito central del estudio consistió en verificar qué tipo de conexiones o intersecciones se deben realizar para darle uso racional a lo que ya tenemos construido, con el criterio de proponer obras de bajo costo y alto impacto. El resultado fueron una serie de  ellas, divulgadas y socializadas a  principios de este año, con los gremios, y, sobre todo, con el nuevo Alcalde.  (Se que a mis lectores les inquieta el tema del mantenimiento, del cual hablaré posteriormente). 

Hace unos días, el Secretario de Infraestructura nos presentó lo que pretende ser un plan de obras.  Con gran beneplácito observé que,  todas las contenidas en ese plan,  lo estaban a su vez en nuestra propuesta, y que,  con muy buen criterio,  habían seleccionado las más urgentes y pertinentes. 

Sin embargo, los recursos de la administración son escasos, y seguramente un desarrollo tan importante y necesario requerirá de mecanismos de financiación,  como la valorización. Personalmente creo que si los tributos se usan bien, los ciudadanos están contentos y pagan.  Lo realmente importante es que lo recaudado sea bien invertido,  con arreglo a un plan coherente. 

Igualmente relevante es que los ciudadanos se apropien de este tipo de iniciativas, son muchas las obras que se requieren, y en el estudio se plantean alternativas que deberán ser llevadas a cabo por sucesivas administraciones.  Vale la pena entonces que se incorporen en el plan de ordenamiento.  Así,  cada nueva administración sabrá el camino que debe seguir, no perderá tiempo valioso estudiando lo estudiado, y procederá basándose en propuestas sobre las que ha habido un amplio consenso.

En artículos posteriores, intercalados para no cansarlos, les contaré cuáles son esas vías y su importancia para el desarrollo de la ciudad.

Me encantan este tipo de iniciativas!!!, las que generan la plataforma para que la ciudad sea ordenada, competitiva, y sobre todo, un lugar agradable para vivir.  No todo es infraestructura, como he dicho, pero qué bueno vivir en una ciudad con vías lógicamente conectadas y en buen estado.  

martes, 11 de septiembre de 2012

EL DON DE LA PACIENCIA

La semana pasada se realizó el Foro de Gerentes.  Este espacio, que en buena hora ha retomado la Cámara de Comercio, reviste particular interés para la ciudad, como quiera que a él asisten empresarios, gerentes y directivos de empresas, para contar sus experiencias y compartirlas con los asistentes.

Siempre es edificante oír,  de viva voz de sus protagonistas,  las historias sobre la creación y el crecimiento de las grandes empresas de nuestro país.  Es aleccionador, y también ayuda a que nuestros dirigentes tengan una visión más global de su quehacer empresarial.

El invitado en esta oportunidad fue Don Arturo Calle.  Me sorprendió gratamente porque, además de un exitoso y reconocido empresario, es una persona sencilla, simpática y con unos valores culturales bien particulares.

El enfoque que dio a su conversación coincide con criterios que comparto plenamente.  Él hizo especial énfasis en la persona, toda vez que, si bien es importante e interesante conocer las cifras y los proyectos de una empresa, consideró más valioso transmitir al auditorio su experiencia personal, las características del ser humano que ha llevado a cabo tan exitosa tarea.  Resalto tres, las que me parecieron más importantes.

Primero, hacer mínimo una hora diaria de deporte.  Esta parece una verdad de perogrullo, pero no hay tal.  Somos unos seres humanos sedentarios, atados al automóvil y al control remoto del televisor, a los smartphones y a las tablets.  Pero, es tan elemental, sin salud, para qué dinero?  Cuánto nos ahorraríamos si respetáramos más nuestro cuerpo y aplicáramos lo que tanto se ha dicho pero que poco se practica: un enfoque preventivo y no curativo de la enfermedad.

Segundo, la austeridad. Una manera de enfocar la vida totalmente contraria al consumismo derrochón de nuestras sociedades.  Su frase, muy sencilla, fue: “gastando plata no se hace plata”.

Tercera, el don de la paciencia.  Narró don Arturo como, al tener claras sus metas desde muy joven, simplemente se dedicó a trabajar y a luchar por ellas, sin desesperos, sin ansiedades, sin dar espacio a la frustración o al desanimo.  Una mentalidad trabajadora, disciplinada y persistente, indispensable para conseguir grandes logros, no sólo individuales sino colectivos.   Este modo de ver la vida está muy lejos de la inmediatez, del no saber esperar, del querer dar saltos de cuadra, de la cultura del vivo.  Qué distinta esta actitud a aquella de algunos de nuestros funcionarios públicos  -todos quieren ser alcaldes cuando apenas han transcurrido los primeros meses en funciones-,  o la mentalidad traqueta,  que sólo desea el dinero fácil y enriquecerse pasando por encima de todo y de todos.

Una gran enseñanza la de Don Arturo, que nos lleva a la misma reflexión, la misma sobre la que hay que insistir una y mil veces:  hay que luchar por ser primero personas, educadas, disciplinadas, y cultas, sólo así se consiguen verdaderos logros, transformadores, trascendentes y que perduren en el tiempo.  

martes, 4 de septiembre de 2012

DE CABALGATAS A CONCIERTOS, A PROPÓSITO DEL CUMPLEAÑOS DE PEREIRA

Una  ciudad, para ser agradable,  más segura,  necesita que los ciudadanos que la habitan tengan una actitud de respeto y que se interesen por la cultura.  Es un cambio que hay que ir construyendo:  pasar de las cabalgatas, que sólo dejan borrachos, trancones y excrementos, a los conciertos de música culta o contemporánea, al teatro, la danza, las muestras de pintura o de cualquier otro arte, no se logra en un día.  No sólo se requiere oferta cultural, es indispensable el deseo de los habitantes,  de ese conglomerado llamado ciudad, de asistir a lo que se ofrece.  En una sociedad de mercado como ésta, se ofrece lo que se vende, y  el sector público, quien debería ser un gran proveedor de espacios para la cultura, a duras penas si le asigna presupuesto a esta importante tarea.  Una ciudad inculta es lo más parecido al anarquismo, cada uno se siente en el derecho de hacer lo que le venga en gana sin la menor consideración por los derechos de aquellos con los que comparte ese espacio geográfico.  Debemos reflexionar profundamente si ese es el tipo de sociedad que queremos para vivir.  Está en todos nosotros preocuparnos cada día, por leer un libro, por oír buena música, por asistir a algún evento que engrandezca el espíritu, y que nos haga sentir orgullosos de nuestra condición de seres humanos.  Sobre todo para los más pequeños, en primer lugar el ejemplo, en segundo lugar darles la opción, la oportunidad de descubrir que el arte es divertido y formativo.  Es mucho más fácil sentarlos frente al televisor o a los videojuegos, que leerles un libro, llevarlos a una exposición, o a un concierto.  Todo parte de lo más simple, buenos modales, una actitud respetuosa hacia los demás.  Es imperativo enseñarles a los niños y niñas que hay que tratar con profundo respeto a las otras personas, este es un principio de educación y cultura.  Rescatar a nuestros hijos del consumismo con el que son bombardeados diariamente, para invitarlos a disfrutar y divertirse con las maravillas de lo cotidiano.  Y retar su cerebro,  en formación, proveyéndolos de libros,  acompañándolos y entusiasmándolos por las bibliotecas, y otras actividades de tipo cultural que los vuelvan personas críticas y de pensamiento reflexivo.  No queremos ser unos autómatas, que van por la vida haciendo lo que hacen los demás, y menos queremos que nuestros hijos lo sean.  Propongo esta reflexión, a propósito del cumpleaños de Pereira:  para una ciudad es más importante la cultura de sus habitantes que las grandes obras de infraestructura y cemento.