martes, 31 de diciembre de 2013

FIN DE AÑO, TIEMPO DE BALANCES Y DESEOS


Lo más destacado del año que termina,  para Pereira, es que sus habitantes la siguen amando, según datos revelados por la encuesta del programa “Cómo Vamos”, de la Cámara de Comercio. 

Es cierto que se mira con desconfianza a quienes dirigen sus destinos, pero se cuenta con este sustrato: 81% de los pereiranos se sienten orgullosos de su ciudad.  Seguramente, más tarde que temprano, estos podrán canalizar adecuadamente su descontento, aunque sería deseable no esperar a tocar fondo  para reaccionar.

Mientras tanto, la ciudad seguirá su errático rumbo.  Los estragos que producen las malas administraciones son significativos, y lo que puede suceder, si seguimos con la tendencia que llevamos, traerá graves consecuencias, que requerirán tiempo y cuantiosos recursos para recuperarse.  

No obstante, no es fácil salirse de la órbita de la política tradicional, y la inquietud creciente aún no alcanza para plantear opciones diferentes a aquellas procedentes de las entrañas del poder, que cada vez parecen más decadentes.  Actualmente son más los osados que se sienten con el valor de postularse para el primer cargo municipal, sin contar para ello con las mínimas calidades profesionales y  precedidos de una trayectoria ética discutible.

¿Que nos queda? Rogar a Dios para que las condiciones maduren antes de lo previsible y que personas preparadas y de probadas calidades morales quieran postularse al servicio público, tan desagradecido, deshonrado, y hasta peligroso.  No es fácil encontrar la motivación personal para desafiar tantos poderes en el deber altruista y desinteresado de servir a sus conciudadanos.  Que aparezca en la escena un “mesías” podría ser, para mí,  el principal deseo de año nuevo, por fuera de la esfera de lo estrictamente personal.

Y, si no fuera mucho pedir, ojalá se pudiera construir un proceso que garantice continuidad.  Ya se ha comprobado por lo vivido, por ejemplo en Bogotá, que lo que se construye con la mano se borra con el codo con vertiginosa rapidez. 

Estos procesos no pueden ser impuestos, requieren de la fuerza que dan la justicia y la razón y de un acuerdo general de voluntades.  Por eso hoy, día de hacer los propósitos para el nuevo año, quiero enviar a todos los lectores y lectoras un mensaje de optimismo y de estímulo para que se interesen más por lo colectivo.  En nuestras manos está moldear el futuro a la altura de nuestros sueños.  ¡Feliz 2014!

martes, 24 de diciembre de 2013

ALUMBRADO, NI FU, NI FA


No sé qué es lo que fuman los diseñadores de los últimos alumbrados de Pereira, porque, como de la nada, aparecen iluminados hongos, caracoles, y otro montón de variopintas especies que no guardan ninguna relación con las celebraciones navideñas.

Personalmente, no me parece en extremo importante el alumbrado navideño, pero entiendo las posturas de quienes, románticamente, desean ver a su ciudad adornada con los elementos propios de la navidad, o, de aquellos quienes, con un sentido más pragmático, consideran que el alumbrado es importante porque constituye un atractivo, que hará que más turistas vengan a visitarnos.

Pues bien, con este tipo de alumbrados, desde los angelitos con machete, pasando por las sicodélicas figuras de hoy, no se cumple ni uno ni otro objetivo.  No se hace una alegoría de la navidad que exalte lo que denominan “el espíritu navideño”, y son lo suficientemente alejados de todo valor estético, como para atraer a visitante alguno.  Se gasta la plata, eso sí.

En fin, como en tantas otras ocasiones,  habrá que esperar a ver si el tiempo nos mira con compasión y se apiada de esta urbe, y, en lo sucesivo, se pueda contar con obras y ejecuciones medianamente planificadas y con objetivos claros.

Es función de los gobernantes representar adecuadamente a sus gobernados, y, en no pocas veces, les es necesario trascender los límites de sus propias vivencias, de sus gustos o inclinaciones, puesto que, generalmente, lo que es adecuado para uno no lo es para la mayoría.  De otro lado, hacer las cosas por hacerlas,  es una posición tan mediocre que no pueden esperarse otros resultados distintos a los que muestra la evidencia.

Por lo tanto, a veces nos toca a los “ciudadanos preocupados” ejercer el detestable papel de animar a nuestros dirigentes a ir más allá de sus propias limitantes.  Eso se logra, señores administradores, buscando asesores calificados en las materias que no dominan, así eso les implique, aunque sea de vez en cuando, dejar a un lado los cálculos políticos y la estricta repartición de lo que se ha dado en llamar “la mermelada”.  


martes, 17 de diciembre de 2013

MULTISERVICIOS Y ZONAS AZULES


 Se ha anunciado que la liquidación de Multiservicios se hará efectiva en el primer semestre del 2014.

Demostrado ha sido que los servicios que prestaba dicha empresa pudieron ser sustituidos de manera eficiente por las propias prestadoras de servicios públicos y que, habiéndose privatizado ellas, no tenía ningún sentido que existiera otra que les manejara lo más sensible de su negocio:  la facturación.  Este trámite no sólo inducía a sobre costos, sino que arrojaba mantos de dudas sobre el manejo de las bases de datos y el debido cobro de carteras y demás.

Me ilusiona pensar que, eliminada la entidad en cuestión, pueda el Señor Alcalde animarse a desmontar las zonas azules, cuya vigencia se nos impuso como la única salida al problema de financiación de la moribunda Multiservicios.  Una solución un poco dudosa -arreglar un problema con otro-, a la cual la ciudad le ha dado un paciente compás de espera.

No se ustedes, pero yo detesto las zonas azules.  No sólo ocupan de manera indebida el espacio de las vías, que deberían estar destinadas a albergar el flujo vehicular -todos los días en aumento-, sino que cada vez que me veo obligada a pagar ese “extra tributo” no puedo evitar preguntarme qué oficio tiene esa platica, a qué bolsillos viaja. 

Se hace evidente la necesidad de incentivar la construcción de parqueaderos, en las zonas con mayor demanda comercial e institucional (centro tradicional, circunvalar, etc.), lo que debe quedar incluido en el nuevo POT, así como las medidas para que no se sigan transformando viviendas en locales comerciales y oficinas, sin hacer exigible la construcción de los estacionamientos requeridos para su normal funcionamiento.  Hoy, la ciudad está llena de esos “goles”,  licencias que se pidieron para remodelar viviendas y terminaron avalando la construcción de verdaderos centros de comercio.  A ver si aprendemos de la experiencia y,  en lo sucesivo,  dejamos las cosas para lo que fueron concebidas: los andenes para la gente, las zonas verdes para la arborización, las vías para que circulen los vehículos, y los carros,  guardados en lugares especialmente construidos para ellos.

AQUÍ, EL PROBLEMA NO ES EL SOFÁ


Se ha debatido ampliamente la idea de dejar peatonal la calle 19.

No voy a hablar de conveniencias o inconveniencias, haciendo la salvedad, eso sí, que muy pocas entradas vehiculares tiene el centro y que, como dije antes, este no puede verse como un proyecto aislado, debe complementarse con obras de espacio público y parqueaderos en la periferia.

Seguramente, en un país ideal, el espectáculo que brinda la calle abarrotada de caminantes sería encomiable y las discusiones al respecto no aguantarían debate,  puesto que, evidentemente,  es mejor privilegiar los desplazamientos peatonales, en bicicleta o en transporte público, al sistema caótico  y suicida del carro y la moto.

Pero, una cosas es pensar con el deseo, y otra la realidad.   Primero, los carros no van a desaparecer ni siquiera en el mediano plazo, y una política que pretenda desestimular su uso va mucho más allá de peatonalizar una calle principal.  Eso, hoy, sería más una improvisación o un arrebato romántico.

Segundo, aunque me encanta el entusiasmo desplegado por las organizaciones cívicas, la experiencia lo hace a uno,  seguramente más amargado, pero, con toda certeza, más práctico.  Así, me es imposible sumarme a esta iniciativa, por bonita que me parezca, olvidando lo que sucede en el centro de Pereira, la invasión del espacio público, el indebido parqueo que campea y se vuelve extensión de los locales comerciales, la construcción ilegal, etc.  Entonces, cada vez que siento la tentación de sumarme a propuestas heroicas, me acuerdo de las calles 18 y 22, y siento tristeza, de mí, de mis ilusiones de cambiar el mundo, y siento compasión por los otros, los que todavía creen que es posible hacer verano en su calidad de golondrinas.

Además, frente a la perspectiva, no ya de la invasión desautorizada y simplemente tolerada, sino de aquella institucionalizada, en unos ranchos diseñados por arquitectos, conectados con todos los servicios públicos, que, se acordarán de mí, no tardarán en convertirse en precarias viviendas, siento rabia, y un poco de desasosiego.  Y pienso, aquí el problema no es el sofá, nuestro gran y único problema es la falta de autoridad.

lunes, 9 de diciembre de 2013

AQUÍ, EL PROBLEMA NO ES EL SOFÁ


Se ha debatido ampliamente la idea de dejar peatonal la calle 19.

No voy a hablar de conveniencias o inconveniencias, haciendo la salvedad, eso sí, que muy pocas entradas vehiculares tiene el centro y que, como dije antes, este no puede verse como un proyecto aislado, debe complementarse con obras de espacio público y parqueaderos en la periferia.

Seguramente, en un país ideal, el espectáculo que brinda la calle abarrotada de caminantes sería encomiable y las discusiones al respecto no aguantarían debate,  puesto que, evidentemente,  es mejor privilegiar los desplazamientos peatonales, en bicicleta o en transporte público, al sistema caótico  y suicida del carro y la moto.

Pero, una cosas es pensar con el deseo, y otra la realidad.   Primero, los carros no van a desaparecer, ni siquiera en el mediano plazo, y una política que pretenda desestimular su uso va mucho más allá de peatonalizar una calle principal.  Eso, hoy, sería más una improvisación o un arrebato romántico.

Segundo, aunque me encanta el entusiasmo desplegado por las organizaciones cívicas, la experiencia lo hace a uno,  seguramente más amargado, pero, con toda certeza, más práctico.  Así, me es imposible sumarme a esta iniciativa, por bonita que me parezca, olvidando lo que sucede en el centro de Pereira, la invasión del espacio público, el indebido parqueo que campea y se vuelve extensión de los locales comerciales, la construcción ilegal, etc.  Entonces, cada vez que siento la tentación de sumarme a propuestas heroicas, me acuerdo de las calles 18 y 22, y siento tristeza, de mí, de mis ilusiones de cambiar el mundo, y siento compasión por los otros, los que todavía creen que es posible hacer verano en su calidad de golondrinas.

Además, frente a la perspectiva, no ya de la invasión desautorizada y simplemente tolerada, sino de aquella institucionalizada, en unos ranchos diseñados por arquitectos, conectados con todos los servicios públicos, que, se acordarán de mí, no tardarán en convertirse en precarias viviendas, siento rabia, y un poco de desasosiego.  Y pienso, aquí el problema no es el sofá, nuestro gran y único problema es la falta de autoridad.

jueves, 5 de diciembre de 2013

DE ARTISTAS E IMITADORES



Estuve viendo la presentación de Caetano Veloso en Bogotá.  Es este cantante brasilero, a sus 71 años, un artista en toda la extensión de la palabra.  Con su álbum “ABRAÇAÇO”, que significa algo así como “abrazote”, demuestra que su proceso creativo no se ha detenido.  Esperaba encontrarme a un intérprete que venía a complacer a su público, capturado desde los viejos tiempos de la Tropicália, interpretando éxitos como “Você é Linda”, o “Soy Loco Por Ti América”.  No obstante,  fui sorprendida por una especie de abuelo rockero,  que se desempeña histriónico en el escenario, haciendo uso de una música muy actual, por momentos casi metálica, electrónica, sonidos “duros” que contrastan con la calidez de su voz, esa misma que conserva perfectamente y que le permite cantar mejor en vivo que en sus grabaciones, dándose el lujo de hacerlo a capela, explotando todas las virtudes de su arte.

Viendo esto recordé cuando con unos amigos traíamos espectáculos musicales a Pereira, y nos dimos a la tarea de presentar a un legendario de la música romántica, una de las mejores voces de España:  Juan Bau.  ¡Qué magnífica voz!, intacta a pesar del paso del tiempo, y ¡qué artista en el escenario!, con una gran entrega y un inmenso respeto por su público.  En esa oportunidad, nuestro resultado económico fue mediocre, y yo me preguntaba por qué la gente prefería abarrotarse para ver a Nino Bravo o a José José, los intérpretes del programa televisivo “Yo Me Llamo”, los cuales provocaban en los asistentes verdaderas histerias, quienes los aclamaban como si fueran los cantantes originales. 

No pude dejar de notar, con cierta amargura, la total alienación producida por los medios de comunicación, que anula el criterio haciendo creer ciegamente en la fantasía, y llevando a confundir la realidad con la ficción. De esta manera,  hoy otorgamos, sin mayores distinciones, propiedades extraordinarias a asuntos ordinarios, e ignoramos por completo las verdaderas maravillas que puedan presentarse a nuestro alrededor.  Lo importante es lo que vende “la tele”.

Aunque no fue ampliamente publicitado, este no fue el caso de Caetano, a quien 1.700 personas aclamaron durante su presentación en el Jorge Eliécer Gaitán.  Mi acompañante sentenció que parecía el Paul McCartney de América.  Podría sonar exagerado, pero resulta indiscutible que la poli tonalidad de su voz, el gran carisma que despliega en el escenario y ese deseo de seguir creando, lo han llevado a ocupar un lugar muy destacado en la historia de la música contemporánea.

Una anécdota.  El álbum tiene una canción muy emotiva que se llama “A Bossa Nova É Foda”.  Un periodista capitalino que lo entrevistó,  interpretó esto como: “La Bossa Nova es una mierda”, y así salió publicado en los periódicos.  Se vio el artista en la penosa obligación de explicar que Foda es un vocablo, tal vez como Saudade, que no tiene una traducción exacta,  pero sí un significado, el cual trató de explicar haciendo un símil al estilo español.  Dijo que podía ser algo así como “un polvazo”.   Pues bien,  para mí,  Caetano Veloso É Foda!!!

SOBRE FORMAS MODERNAS DE ESCLAVITUD



Respeto a las personas que he tenido como jefes, en los diferentes momentos de mi vida. Me permitieron hacer un aprendizaje y realizar labores que me brindaron satisfacciones.   En cada momento, apliqué una enseñanza que me repetía mi padre como un mantra: “es preferible equivocarse cien veces usando el propio criterio que acertar una vez usando el criterio de otro”.  Lo cierto es que,  en el ejercicio de mis labores, ellos fueron respetuosos de mis conocimientos,  mi capacidad técnica y mis decisiones. 

No hubiera podido trabajar bajo una tutela omnipotente en la que, simplemente, se me ordenara lo qué hacer, sin lugar a aportar, y,  lo que es más importante, sin poder disentir.  Así, puedo responder por cada una de las acciones que haya realizado, ya que fueron mis decisiones, y no las de otros, las que quedaron plasmadas en cada uno de mis actos. 

Traigo este tema a colación porque, sobre todo en el sector público, es muy común que las personas pasen a ser de otras.  Regularmente, se revisa  lo que denominan “el respaldo político” de los que laboran, o pretenden hacerlo, en entidades y despachos, y a la hora de optar a un cargo este pesa más que sus competencias.  Las personas pierden así su identidad, y se vuelven cuotas de Pérez, de Rodríguez, de Díaz, etc.  Esto no pasaría de ser algo pintoresco si la regencia no se ejerciera cabalmente, y si no se vieran obligados a obrar, más que como seres individuales, como instrumentos de otro.  Su criterio y, muchas veces, sus principios, se ven seriamente comprometidos, cuando no anulados por la voluntad de quien obra como su Señor.

A muchos les toca porque es la única manera de conservar el puesto, aquel del que, seguramente, dependen para ganar el sustento, aunque, hallarle una explicación no le resta dramatismo a la situación.  Que una persona, en sus plenas facultades físicas y mentales, tenga que pasar a ser de otro, perdiendo así lo que le hace individuo, no puede más que lamentarse.   Eso, se parece demasiado a la esclavitud!  

viernes, 22 de noviembre de 2013

LA SALUD, ¿UN NEGOCIO?

Es el momento en que se tramita una nueva reforma a la Ley 100 de 1993, la que rige nuestro sistema de salud.  Sólo para ilustrar, hago mención a una queja que recibí de un ciudadano sobre el mal servicio que presta una EPS en Pereira.  Según lo que me relata, está muy enfermo de los pulmones, le dieron cita y le ordenaron unos exámenes.  Debía pedir una próxima para que el especialista le revisara los resultados, pero le dijeron que, como ya había tenido una, tenía que esperar 20 días para tener otra, que si estaba muy enfermo fuera a lo que llaman “consulta al día”, para que allí lo viera el médico general y volver a empezar. 

Parece una novela de terror, pero es el pan nuestro de cada día, puesto que, con la integración vertical de EPS e IPS (prohibida en la legislación pero realizada en la práctica), la atención de primer nivel es una pantomima, y es así como casos que serían fáciles de tratar se complican innecesariamente, lo que conduce a la saturación de los niveles más complejos.  Además,  no se están invirtiendo los recursos para la promoción y prevención en salud, que el Estado entregó a los particulares, los mismos que con una lógica puramente rentística prefieren jugar un juego financiero y obtener jugosos retornos, arriesgando la salud de todo un país.

Es cierto que hoy no se padecen las ineficiencias de un sistema burócrata estatal, pero es una verdad innegable que el sector privado ha hecho de la salud lo que sabe hacer: un negocio, y hay cosas que no se pueden tratar con la lógica empresarial. Obviamente se han ampliado las coberturas, pues los pagos son por número de usuarios.  Así las cosas, los privados han retardado u omitido la atención de primer nivel, y las acciones de promoción y prevención, porque igual les iban a pagar por afiliado, ¿para qué invertir?  Además, estando integrados verticalmente, y siendo que la atención en los niveles de mayor complejidad el sistema la remunera por proceso realizado, sería poco eficiente, administrativamente, disminuir los ingresos variables cuando los fijos están asegurados. 

Como tanto se ha dicho, es un sistema que estimula la enfermedad más que la salud.  Y lo peor, la reforma en trámite no parece ser más que un arreglo cosmético, en donde los intereses particulares, de lo que se ha convertido en una verdadera mafia, parecen mantenerse y hasta aumentarse.  Además los congresistas, quienes deberían ser el garante de la equidad, o tienen intereses directos o son objeto del intenso lobby de un sector repleto de recursos.  Hay que abrir los ojos y manifestarse, esta es una reforma que, como está presentada hoy, los ciudadanos no podemos tolerar.


Por otro lado, existe una disposición de los entes territoriales a tomar mayor participación en todos estos procesos.  Por ejemplo, hoy los usuarios pueden poner sus quejas sobre los servicios de salud en la página www.dlspereira.gov.co,  en el link  Servicio al Ciudadano,  de la Secretaría de Salud.  No cambia nada radicalmente, pero por lo menos proporciona un doliente cercano y de cara al ciudadano, no como la distante y etérea Súper Intendencia de Salud.

viernes, 15 de noviembre de 2013

EDUCAR ES UN OFICIO PERSONAL E INTRANSFERIBLE

Así sentenciaba una columnista de opinión de El Tiempo, al referirse a la controversia generada por la presentación de la actriz que encarna a Hannah Montana, en los premios MTV Awards 2013, cuyas fuertes escenas impactaron, al ser ella un ídolo de niñas y adolescentes. 

Cuando nacieron mis hijos decidí bajarle el ritmo a mi carrera profesional, para dedicarme con mayor énfasis a su educación.  Esta decisión me ha traído muchos “costos” y uno que otro sinsabor, aunque, a decir verdad, nunca he dejado de trabajar,  y he mezclado las actividades familiares con trabajos de menor intensidad.  El caso es que trato de pasar tiempo con ellos y de inducirlos a los deportes, a los juegos tradicionales (escondite, lleva, etc.),  y a la lectura.  Constantemente estoy intentando educar sus gustos mediante la exposición al arte, al contacto con la naturaleza y a otras influencias que considero positivas.  Sin embargo, mi lucha es infinita por sacarlos del reguetón, de la televisión, de las películas infantiles –que parecen todas variaciones sobre un mismo, pobre, argumento-, y, ahora,  de los video juegos. 

Aunque en casa aún no nos hemos decidido a comprarles un X BOX o un Play,  tenemos I Pad, aparato este tremendamente adictivo -se cuentan por miles los juegos que pueden descargarse, muchos de ellos bastante violentos-.

El que más detesto, y eliminé,  inmediatamente me percaté de su contenido, se llama Gangstar Río.  En él, recreando un ambiente de favelas, el jugador se convierte en pandillero, dealer o mafioso.  Tuve que tener con mis hijos una conversación muy seria, pues de manera inocente empezaron a decir que vendían drogas y cosas por el estilo.  Sufrí un shock emocional, y empecé a tratar de explicarles, cosa difícil porque tienen 5 y 8 años, el significado de sus palabras, lo perjudicial del consumo de drogas, el delito que constituye su comercialización (no sólo por ser ilegal, sino porque es una verdadera afrenta al género humano enriquecerse mientras se desgracia la vida de los otros), y demás elementos de moral y comportamiento social.  Dudo acerca de qué tanto hayan comprendido, pero entendí que son frases que repiten,  mecánicamente, extractadas de los video juegos o de los demás medios audiovisuales. 


Hay que estar muy vigilantes de lo que hacen y ven nuestros hijos.  Como dice la columnista, la educación es un oficio personal e intransferible, y, de acuerdo a las posibilidades de cada uno, hay que ingeniárselas para trasmitirles aquellos parámetros de conducta que harán de ellos buenas personas adultas.  Los niños aprenden mediante el ejemplo, y, para afirmar lo aprendido,  requieren de la repetición.  Esto no se logra si el tiempo que les dedicamos es mínimo. Existe una creencia, fomentada por la sociedad de consumo, de que los hijos necesitan muchas cosas, y trabajamos incansablemente para brindárselas.  Yo creo que los niños, para crecer felices,  necesitan muchas menos cosas y que, tristemente, no tienen lo que más requieren:  tiempo en compañía de sus padres.  

jueves, 7 de noviembre de 2013

RISARALDA: BOSQUE MODELO PARA EL MUNDO

La CARDER, con el acompañamiento de Caracol Radio, viene impulsando esta campaña, cuyo objetivo es llegar a sembrar dos millones y medio de árboles.

Los criterios para seleccionar los sitios de siembra oscilan entre áreas donde se abastecen los ríos y quebradas -que surten a los diversos acueductos del Departamento-, bosques productores y protectores,  o partes altas; y van hasta las vías y parques de los 14 municipios, llegando, incluso, hasta los bosques que existen alrededor de las instituciones educativas.

En este programa se van a invertir un total de 6 mil millones de pesos, y,  a la fecha,  se han sembrado 400 mil árboles.  Son muchas y diversas las especies de árboles nativos, pero, en esta ocasión, se ha dado prioridad al guayacán amarillo, aunque también se han incluido nogales y robles.

Mes a mes, Caracol acompaña una siembra masiva, en los corregimientos de Pereira y otros municipios del Departamento, con la ayuda del Ejército y la Policía.  Igualmente, durante estas jornadas,  se han realizado actividades complementarias, como ciclopaseos -en el caso de la siembra que tuvo lugar en el corregimiento de la Florida-, y, en todo caso, se ha tenido especial cuidado de tomar en cuenta a las comunidades aledañas, o beneficiadas.  Por ejemplo, en los colegios se ha tratado de vincular a las autoridades educativas, así como a los estudiantes. 

Para darle formalidad a la participación de las comunidades, y para generar en ellas un sentido de pertenencia y empoderarlas con el programa, las actividades de siembra se acompañan de la firma de un acta de compromiso,  cuyo objetivo es garantizar el cuidado posterior de las especies plantadas.

Existe un cronograma, y muchas localidades van a ser beneficiadas.  Al finalizar el año, se planea cerrar las actividades interviniendo un sector que, por su belleza y arborización, se ha convertido en emblema de nuestra región.  Se trata de la doble calzada Pereira - Cerritos,  en su recorrido hasta la ciudad de Cartago. 

Este tipo de programas alegran y entusiasman, y el componente de participación ciudadana, si se aprovecha bien, logra construir consciencia y cultura de protección del medio ambiente.

La Corporación tiene una amplia tarea pues, en ausencia de autoridades ambientales municipales, bajo su tutela gravitan todas las responsabilidades de conservación y protección de nuestro entorno.  Es una gran compromiso.  Aunque este es un programa muy vistoso, existe la obligación de realizar otro tipo de acciones, ya no tan amables, pues implican vigilar el cumplimiento de las normas ambientales y, en los casos necesarios, impartir las sanciones requeridas.  No obstante, es un papel imprescindible, pues no todo se puede dejar a la auto regulación, sobre todo en comunidades, como la nuestra, en donde la cultura ciudadana es precaria en exceso.  Elevo mi voz de aliento a la Corporación,  para que cumpla debidamente su papel, puesto que de su buen ejercicio depende la calidad de vida, presente y futura,  de todos los habitantes del departamento.


viernes, 1 de noviembre de 2013

PARQUEADEROS EN EL CENTRO DE PEREIRA

Asistí a la conferencia sobre movilidad,  dictada por el ex alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa,  e intenté parquear en los parqueaderos de Ciudad Victoria.

Al ubicarme en un espacio que estaba vacío, vino la encargada a decirme que no podía hacerme en él,  que esos lugares estaban destinados a quienes los arriendan por mensualidad.   Mi sorpresa fue mayúscula cuando, al preguntar dónde podía hacerme, me indicó la circulación.  Ante mi protesta, ella respondió con un “tranquila que ahí no le pasa nada”.

Esta anécdota me indujo a varias reflexiones.  Primero, me parece llamativo que los dos sótanos de Ciudad Victoria estén totalmente ocupados.  A lo mejor sí, y esto sería un indicador de que esta infraestructura está cumpliendo con su cometido,  de reducir el número de vehículos que entran al centro tradicional.  Claro que, como dicen,  “piensa mal y acertarás”, cabe la posibilidad de que el concesionario (la Alcaldía entregó el parqueadero a un privado para su administración) no esté dando uso al segundo sótano, por razones de costo, lo que estaría muy mal, pues, existiendo estos cupos, no tiene presentación que cobren por parquear carros en las circulaciones del primero.

Más allá del uso que un privado le esté dando a una infraestructura tan importante, que se construyó con recursos públicos, queda la inquietud sobre la necesidad de reforzar la política de construcción de parqueaderos en la periferia al centro.  Esta debería ir acompañada de algún incentivo, por parte del municipio, para estimular a que los privados los desarrollen. 

Eso me recuerda también que los “cazadores” de proyectos de carácter público, hechos con recursos del erario para que sean posteriormente usufrutuados por privados, en la pasada campaña,  andaban desesperados visitando a los dos bandos en contienda tratando de venderles la idea de hacer unos parqueaderos públicos debajo de la Plaza de Bolívar.  Gracias a Dios este esperpento aún no ha saltado, aunque no me fío, puede hacerlo en cualquier momento.

Nada más absurdo y contrario a la lógica y a la conveniencia, y a las políticas de ordenamiento, trazadas claramente en el POT. 

De las conferencias de Peñalosa siempre quedan cosas interesantes, aunque a veces ganen las que, personalmente, me parecen impracticables.  Se pueden escribir muchos artículos desarrollando sus tesis o controvirtiéndolas.  Pero, para empezar, un mensaje queda claro: cada vez más, se debe reducir el acceso de vehículos particulares al centro, y estimular el peatonal a través de espacios públicos (llámense aceras o bulevares).   Y ojalá, volviendo al terreno de los deseos, estuvieran libres de la odiosa invasión,  para que pudieran ser disfrutados por la gran mayoría de ciudadanos.  Esto de la ocupación indebida del espacio público es el acto de privatización más ramplón y vulgar, que, como claramente lo dijo el expositor, se disfraza de equidad y democracia.  Y, construir parqueaderos con recursos públicos y entregarlos a un privado para que se rente de ellos, y, de sobre mesa, preste un mal servicio, es algo muy parecido.


jueves, 24 de octubre de 2013

COSTOS DE ULTIMA MILLA Y MOVILIDAD URBANA DE CARGA

Estuve leyendo la Agenda para el Salto en Competitividad,  publicada por la ANDI, y los requerimientos del sector industrial para abrirse, en condiciones de competencia,  al mercado mundial.

Asuntos como los costos de la energía y de las materias primas, la tasa de cambio, la necesidad de reglamentar  la reforma tributaria -bajar las retenciones en la fuente, y el nuevo impuesto del CREE-, figuran en la agenda.   Igualmente, se indica la necesidad de apropiarse de la legislación internacional que protege la competencia,  y de fortalecer la aduana -para evitar que los productos importados burlen las normas e ingresen a precios excesivamente bajos,  y mejorar la logística aduanera en puertos y puestos de frontera, para simplificar los trámites-.
Me llamó la atención el llamado que se hace al gobierno nacional para generar una política de compras y encadenamientos con el sector productivo local, que obligue a las multinacionales,  que actualmente desarrollan actividades mineras o de hidrocarburos, a comprar productos nacionales.
En cuanto a la infraestructura, con énfasis en el transporte terrestre, se manifiesta la urgencia de mejorar la eficiencia de la flota de vehículos, de adelantar los proyectos de vías pendientes, y  de mantener un monitoreo permanente del estado de las vías existentes, al igual que de los puertos.   Hasta aquí todas las medidas son de la órbita del gobierno nacional.   
También se señalan tres cosas bien importantes,  que hacen parte integral de la cadena de logística y distribución: el mejoramiento de las vías secundarias departamentales -y su conexión con los corredores viales estratégicos-, los costos de la llamada última milla –que, aunque incluyen las vías de acceso a aeropuertos, puertos marítimos internacionales y fronteras terrestres aduaneras, también hacen referencia a la entrega de productos a consumidores finales en los centros urbanos-, y la consecuente necesidad de construir políticas de movilidad urbana de carga.

Estas sí son, claramente, responsabilidades de carácter local.  En medio de la revisión del plan de ordenamiento, a sabiendas de que el país requiere avanzar en su proceso de industrialización, es de vital importancia que las autoridades se pregunten cómo atender estos asuntos.  Lo que implica hacer una serie de análisis sobre la localización de las infraestructuras y la asignación de usos del suelo, la consolidación de corredores urbanos estratégicos, las conexiones de las vías existentes, etc.; para generar las condiciones que permitan tener una movilidad urbana de carga adecuada.  Para una ciudad como la nuestra, que se precia de su estratégica localización, y la cual está llamada a cumplir un papel de primer orden en el sector de distribución logística a nivel nacional, ésta, más que otras reflexiones, debería ser la primera preocupación a la hora de estar planificando el desarrollo físico del territorito.  En las condiciones actuales, particularmente para Pereira, en ello reside la llave del progreso o del estancamiento.