El alumbrado navideño es una de las actividades del sector público
de la que más esperan los ciudadanos, tal vez por el ejemplo de Medellín, en
donde se ha convertido en una fuente de turismo y orgullo. Indiscutiblemente, la navidad es una época
que, al mover el comercio, es importante para la economía de cualquier ciudad,
y seguro por eso es que pensamos que tener el alumbrado más bonito es casi un
deber, y que éste debe ser elaborado con gusto y esmero. Bueno, eso pensamos los ciudadanos, pero, a
juzgar por lo que se ve en Pereira en los últimos años, no es igual para las
autoridades.
Mi último paso por la Circunvalar se vio sobresaltado por la
instalación de unos pasavías que, entre otras,
me parecieron tan aparatosos que pensé: ojalá no sirva el alumbrado de
pretexto para dejarlos instalados permanentemente, a fin de ser explotados con publicidad más
adelante. Estos pasavías albergan la
representación de una fauna exótica. Yo
me pregunto, y me perdonarán la ignorancia los diseñadores del alumbrado de
este año, qué tienen que ver micos, caracoles, orugas, mariposas, colibríes, y
etc., con la navidad??? Son tan sicodélicos los muñecos, tan variadas las especies, tan coloridas (como
extrañas a los motivos navideños), que se asemejan más a una especie de navidad
de Alicia en el país de las maravillas!!!
Se dirá que entre gustos no hay disgustos, pero, qué raro se ve.
Seguro que esto tiene una explicación. Mi acompañante me dijo: “es que quieren hacer
una navidad que represente las especies del parque temático”. Puede ser, pero evidente no es. Fue inevitable para mí acordarme de la
navidad en la que a alguien le dio por ponerle machetes a los angelitos, lo que
obviamente levantó carcajadas y comentarios picarescos. Es que, señores funcionarios, respetuosamente
lo digo, no hay que ser tan creativos!! La
navidad es una y no otra. Podrá
parecernos mono cromática o icónica, pero, resulta que eso es precisamente lo
que es, y no hay por qué intentar que
parezca otra cosa.
No se si esta invasión de la madre naturaleza se repetirá en otras
calles, ya que su presupuesto no es
exiguo, más bien es bastante elevado. Me
informan que este año el alumbrado costará $1.429 millones, $1.000 que aporta
la Empresa de Energía y $429 Enelar. Cuando
se es funcionario público pasa una cosa bien simpática, a veces se pierde la dimensión del dinero, todo
se habla y se presupuesta en miles de millones, y se olvida cuántas cosas que se
podrían solucionar con ese montón de plata.
Así y todo, se empiezan a
escuchar voces que hablan de una navidad “apagada”, y eso me preocupa, ¿qué
será lo que pasa, que no se ve el
alumbrado, contando con un presupuesto
más que suficiente?.
Entretanto, por qué todos
los años hay que invertir una cifra parecida? Qué hacen los contratistas con lo
que queda de los adornos del año anterior? O, como dijo una amiga, será que es
el mismo contratista, re utilizando materiales, año tras año, y cobrando igual
los miles de millones??? Buena pregunta la de mi amiga…