lunes, 28 de enero de 2013

HAY FESTIVAL I




El invitado central de este año era el premio Nobel Mario Vargas Llosa, en compañía de otros destacados escritores: Fernando Savater, Herta Müller -también premio Nobel-, Javier Cercas, David Grossman, Julian Barnes, Elsa Osorio, Mario Mendoza, Gioconda Belli, entre otros.  Aunque se trata de un festival literario, los temas son tan diversos como la vida misma.

Uno de los más importantes de  los que allí se trataron fue la crítica a la cultura de nuestro tiempo,  expuesta por Vargas Llosa, a propósito de su libro "La Civilización del Espectáculo".  La idea central es que no puede banalizarse la cultura de tal forma que esta quede convertida en simple entretenimiento.

A través de los tiempos,  la cultura ha cumplido una labor de faro, alumbrando con nitidez la senda que ha recorrido la especie humana, contribuyendo a la creación de un sentido crítico, de análisis, a una visión integral de la sociedad.

El concepto de la cultura como motor de cambio de la sociedad,  y de los intelectuales como sus abanderados, se opone al de entregar el desarrollo de los pueblos en manos de los técnicos, tan en boga actualmente.  El pensamiento técnico es fragmentado,  y no tiene la universalidad,  ni el carácter suficiente,  para ser independiente frente al poder al que obedece.  Es decir, la técnica puede hacer parte de un engranaje correcto desde el punto de vista científico,  que produce cosas incorrectas desde el punto de vista social, y  así, en el sistema capitalista,  se corre el riesgo de producir únicamente lo que se vende, lo que quiere la masa.

En ausencia de un pensamiento culto la masa es ignorante, no ya en el sentido de la imposibilidad por el no saber leer o escribir, sino porque padece un analfabetismo que el autor denomina funcional,  no desea hacerlo aún pudiendo.  En este fenómeno tiene todo que ver la televisión, como medio de difusión de esa cultura espectáculo, que entrega contenidos livianos, fáciles de seguir,  pero que no conducen a ningún tipo de reflexión ni contribuyen a la construcción de pensamiento.   ¡Una verdadera amenaza al valor fundamental del ser humano que es la libertad!

Nos lamentamos de la política y de quienes la ejercen, y no hemos caído en cuenta de lo ignorantes y alienados que somos los electores.  Un ciudadano que no puede hacerse con un criterio propio,  ni analizar lo que le rodea con una actitud critica, no es libre ni es ciudadano, es un mero instrumento para el ejercicio del poder por parte de grupos de interés.

Por ejemplo, existe un consenso en identificar la elección popular de mandatarios como un sistema imperfecto,  en el que se garantiza la participación pero no la calidad de quien se elige.  Pero, qué pedimos al pueblo?  La cultura es escasa!, no en los políticos -esto sería pedir demasiado-, le falta  a las clases dirigentes, educadas y con potencial de dirección de los destinos de nuestras ciudades!!  Es por eso que nos desarrollamos a los tropezones,  de una manera tan miope.  Si el que conduce no ve, qué se puede esperar de los que van montados en el carro?.  

miércoles, 23 de enero de 2013

CHIMENEAS HUMEANTES EN PLENAS CALLES DE PEREIRA


Se circula tanto por la ciudad que el paisaje urbano se va volviendo cotidiano, y uno se acostumbra a sus componentes, de tal manera que pocas cosas le llaman la atención.

No obstante, existen predios al interior del perímetro urbano que  sorprenden por el deterioro que presentan.

Cuando se circula por la vía de San Fernando La Playa, en Cuba, al momento de llegar a la intersección con la Avenida de las Américas,  a la altura de la calle 65, hay un semáforo.  Detenida allí,  últimamente he caído en cuenta de una chimenea de la que salen emisiones abundantes, no se de qué cosas, pero que me hizo pensar en las ciudades europeas del siglo XIX, con ese aspecto lúgubre, desordenado y contaminado que se puede ver en libros y películas.

Preocupada por esa imagen tan desalentadora, pasé detenidamente, tratando de identificar la fuente de la emisión, pero no pude ver la construcción  en cuestión, ya que está por debajo del nivel de la vía.  No obstante, caí en cuenta del desorden y la informalidad que imperan en ese sitio.

Me puse a buscar la norma urbanística que lo rige, y encontré que hace parte de la Unidad de Planificación No. 13, sector B, y,  sorpréndanse ustedes, no sólo este predio tiene un buen pedazo en zona de protección,  pues circunda el río Consota, sino que los usos allí permitidos son de comercio, y sólo se permiten las actividades con menor impacto.  Dice textualmente:  “no se permiten usos de alto impacto del grupo de comercio”. 

Sin embargo, los usos que allí se desarrollan actualmente no son ni siquiera de industria liviana.  De esa chimenea sale una nutrida columna de algo negro, constante, procedente de un proceso de producción que se asemeja más a la industria pesada.  Adicionalmente, todo el lote se ha desarrollado en construcciones ilegales, de esterilla y plástico, y allí se llevan a cabo actividades relacionadas con diversos usos, ninguno permitido por la norma.  Tristemente,  este predio más parece una invasión que el frente de una avenida. 

Estamos hablando de la zona central del suroccidente de la ciudad, a unas cuadras del sub Centro de Cuba, a un costado de una importante intersección, a la luz del día y visible para cualquiera.  Infortunadamente,  este no es el único caso, sólo basta con abrir bien los ojos para ver muchos más.

Me pregunto, en donde están las autoridades de control físico (existe control físico todavía en la Alcaldía??), y de la CARDER,  tan prestas estas últimas a detectar cualquier anomalía,  por pequeña que ella sea,  y a impartir la respectiva sanción,  y tan ciegas frente a este deterioro evidente del medio ambiente, que se realiza de manera ilegal,  en el frente de una de las avenidas principales, a escasos metros de una fuente hídrica?  No quiero parecer en estas columnas como una de esas personas que pretenden una ciudad perfecta, somos una urbe joven y con las dificultades propias de un desarrollo acelerado.  Pero, de  la perfección inmaculada a la informalidad irresponsable hay mucho trecho.

SOPINGA


Este nombre describe un lugar, un espacio geográfico,  recreado magistralmente por el escritor Caldense Bernardo Arias Trujillo en su novela Risaralda.

Según la descripción del autor, se localiza en las riveras del Cauca, y fue una brecha en el monte que abrieron nuestros antepasados recientes, para asentarse allí, en el puerto que hoy lleva el nombre de La Virginia.

Sinceramente, no se por qué esta novela, de tan excelsa redacción,  esta narración, tan salvaje como la misma Sopinga o como sus primitivos habitantes, que refleja de manera tan cruda como hermosa esa especie de anarquía fiera y festiva de la que todos los habitantes de estas tierras  conservamos un poco, no es texto obligado de lectura en las escuelas y colegios del Departamento.

Dicen que para entender el presente y forjar el futuro hay que conocer bien el pasado.  Y he aquí una buena herramienta para entender por qué nuestra región, y en especial Pereira, esta ciudad que se autodenomina “la querendona, trasnochadora y morena”, tiene esas características tan particulares, en sus gentes festivas, emprendedoras, fieras e indómitas, también informales, desabrochadas y pelioneras.  Si queremos conocernos mejor, tenemos que remitirnos a los orígenes, a quienes le ganaron tierra al monte y desafiaron las estructuras sociales  y fundaron en Sopinga su propio estado de libertad. 

Todos en estas tierras tenemos algo de Juan Manuel y de Víctor Malo, y las mujeres todavía conservamos la belleza y la fuerza sensual de la Canchelo. 

Con motivo del sesquicentenario de Pereira, un grupo de personas tuvo la idea de llevar esta historia al teatro.  Germán Jaramillo, actor manizalita, consagrado como el protagonista de la Virgen de los Sicarios, co fundador y partícipe del teatro Libre de Bogotá durante treinta años, y que actualmente reside en New York, es quien encabeza esta tarea.  Tuvo en sus inicios la ayuda de un gran hombre y conocedor de estas latitudes, el difunto Gabriel Germán Londoño, quien con su entusiasmo colaboró para prender la idea de llevar a las tablas esta novela. 

Hoy en día, la iniciativa continúa. Ya se hicieron los castings a los actores, quienes proceden de comunidades asentadas en cercanías del Río Cauca, en su gran mayoría, actores naturales a los que no les quedará nada difícil interpretar esta historia, la suya, la de su tierra y su gente.

Para concretar esta puesta en escena, Germán ha recibido la decidida colaboración de Mauricio Vega Lemus, director de la Cámara de Comercio de Pereira, y del Alcalde, a través del Instituto de Cultura.  Pero todavía faltan recursos.

Qué bueno que esta iniciativa llegue a buen fin.  El arte y la cultura siempre son bienvenidas, necesarias, y, si adicionalmente, lo que se recrea son las raíces, los orígenes de una comunidad que a lo mejor todavía no se conoce lo suficiente, el arte se convierte en un instrumento de sabiduría y de aceptación de las propias realidades.  Cuando se llega a este estado de saber común, se puede 

AVENIDA CIRCUNVALAR: PARA CUANDO EL PAR VIAL?




El año que acaba de terminar, la Alcaldía empezó a rehabilitar algunas vías de la ciudad.

Tal vez la intervención más importante fue la de la Avenida Circunvalar.

De este proyecto se ejecutaron dos tramos, uno entre la calles 4 y 2E, por un valor cercano a los 1.700 millones, y otro entre las calles 10 y 6,  por un valor similar.  Para un total de unos 3.400 millones, según datos que recibí cuando la obra estaba en un 90% de ejecución.

Quedan pendientes los tramos entre el hotel Movich y Juan Valdéz, y entre el centro comercial Arboleda y la glorieta de Buñuelos Días.  Es decir, de un total de 1,3 km que tiene toda la vía se ejecutaron 850 metros, aproximadamente.

La obra en mención fue inaugurada al finalizar el año con gran despliegue, y allí se puede ver un pasavía con una leyenda que dice algo como: “Cumplimos!!!”

Es cierto que se hizo la intervención en dos de cuatro tramos, que se escogió un buen pavimento con una proyección de duración a 20 años, según los datos técnicos, y que lo que ya se rehabilitó se ve muy bien.  Pero de aquello de “cumplimos” no estoy tan segura, el término parece demasiado contundente para una obra que se ha ejecutado sólo parcialmente.

Además, la intención con esta vía es convertirla en un par vial, retornando por la carrera 12 o por la 12 bis.  Habrá razones para escoger uno u otro recorrido en su momento, pero, la transformación vertiginosa que ha sufrido este sector, migrando de los usos residenciales a los comerciales, y el impacto de las grandes edificaciones, como el Parque Arboleda, van obligando a tomar esta decisión.

Me asalta la duda de si las previsiones para transformarla en par vial fueron tenidas en cuenta a la hora de hacer esta intervención, adicionalmente, se propuso trazar por allí un ramal de la cicloruta, tan necesaria como benéfica para cualquier ciudad, y también,  un proyecto más amplio debería  haber contemplado una intervención de andenes y una renovación de redes de servicios públicos.

Por esto hay dos cosas que me preocupan.  El sistema rígido utilizado, mucho más costoso que el asfalto, es más duradero, pero es muy sensible a las roturas e intervenciones parciales.  Si se empiezan a hacer intervenciones, para pasar acometidas de servicios públicos, la durabilidad del pavimento se va a afectar.   Conociendo la falta de coordinación interinstitucional, y la dinámica  de la zona, esto va a empezar a suceder, tristemente, más temprano que tarde.  Y, no se ve que esta obra de mantenimiento haya estado articulada con el proyecto del par víal, no se hizo ninguna intervención de andenes y no se proyectó la cicloruta.  Así que, “cumplimos”?   Será cuando toda la obra esté terminada, y ojalá con una orientación de proyecto ambicioso y transformador.  La misión de un dirigente es guiar las acciones de las entidades para que los recursos invertidos generen el mayor impacto posible.  Una cosa es rehabilitar una vía, y otra muy distinta es ejecutar un proyecto transformador con una visión de ciudad.