miércoles, 30 de julio de 2014

LA MEDIDA DEL CONSUMO Y DE LA IGNORANCIA

El futbolista colombiano James Rodríguez, es la reciente “adquisición” del Real Madrid.

Siendo en la actualidad el mercado el lugar hegemónico para la satisfacción de los deseos humanos, el onceno merengue es un ícono en cuanto a los anhelos que canaliza, tanto de jugadores como de hinchas.

Personas de todo el orbe paralizan sus jornadas de estudio o trabajo para congregarse,  como ante una nueva religión,  a presenciar las ceremonias en las que se van convirtiendo estos partidos de fútbol, en los que actúan equipos que han extendido sus redes hasta captar la atención de un público, cada vez mayor, por fuera de sus fronteras.

Pues bien, es en este escenario, frívolo y mercantilista -de sujetos que buscan desesperadamente el sentido de su vida por fuera de ellos mismos (en religiones, neo misticismos, aficiones a equipos de fútbol, cantantes, actores, pandillas, etc.)-  en donde ha aterrizado el colombiano, de escasos veintitrés años, de actitud humilde, y quien además de talentoso deportista,  es bien parecido físicamente.

Inmediatamente, este “relato” es mercadeado como una especie de sueño cumplido, verdadero ideal de vida para miles de personas, y, obviamente, para una gran cantidad de compatriotas, que lo asumen como un logro propio.  La recepción es eufórica e inocente, la intención no.

Sin restar méritos al deportista, ni al equipo de fútbol, el cual sigue siendo muy competitivo deportivamente, es necesario decir que nada es como lo pintan en esta planeta donde las personas son tratadas como mercancías: desdibujada su humanidad quedan reducidas a máquinas de producir ganancias.  Para la muestra, el caso del autismo de Messi, y el aprovechamiento inescrupuloso que se hace de su condición de persona con límites cognitivos, excepcionalmente dotado para el deporte.

A James y a su esposa ya les dieron la primera prueba de la crueldad a la que puede llegar la sociedad del espectáculo. Después de su presentación en el Bernabéu, a Daniela le dijeron “travesti” y mil improperios más, porque su fisonomía latina y bella no se apega al estereotipo de las Spice Girls. 


En un acto más bien ingenuo, ella trató de defenderse publicando en las redes sociales un escrito, en tono de pretendida indiferencia y pésimamente mal redactado.   Seguramente muy pocos,  de los miles que se sumaron a este “debate”,  lo hayan notado, porque, como dice Noé Jitrïk, el célebre crítico literario argentino, en este mundo contemporáneo “lo único verdaderamente global es la ignorancia”.  

LA ORQUESTA SINFÓNICA JUVENIL DE COLOMBIA


El pasado miércoles se presentaron en Pereira ceca de cien jóvenes, quienes hacen parte de esta orquesta.  Células relucientes de tiempos nuevos, ojos anhelantes, sonrisas inocentes, y una seguridad de hierro, la de aquel que se aferra a un instrumento  como salvavidas para pasar por este mundo, en el que sucede lo mejor y lo peor.

Sin duda estos muchachos, que provienen de todas las regiones del país, y que están siendo patrocinados por la fundación Bolívar - Davivienda, hacen parte de lo mejor del mundo. 

Al espectáculo de ver el escenario del Santiago Londoño repleto de jóvenes anhelantes y virtuosos, se sumó la incursión del solista Guillermo Andrés Opsina, interpretando un instrumento algo desconocido en el ámbito sinfónico: la marimba. Las obras de la compositora japonesa Keiko Abe, fueron las elegidas para mostrar todas sus habilidades artísticas.  Piezas interpretadas por él usando, en ocasiones, hasta cuatro golpeadores por mano. 

No fue, precisamente, una interpretación musical en estricto sentido. Lo que él representó en el escenario fue un desplazar-danzar maravilloso de sus extremidades superiores, exhibición por momentos vertiginosa, y en otros de una sutileza acariciante.  Ímpetu y ritmo, en conjunción con el acompañamiento de la orquesta que se sumó al brillo del joven músico,  percusionista egresado de la Universidad Nacional. 

El auditorio lo aplaudió profusamente, como un justo reconocimiento a su maestría y dedicación, y  él, generoso, agradecido, interpretó una pieza de Astor Piazzola.  Para sorpresa de los que allí estábamos, la marimba se reveló en toda su versatilidad: sonidos que parecieran emitidos por varios instrumentos a la vez, y, sin embargo, provenientes de uno sólo, tan estético, tan inquietante, con sus aires marinos que nos hacen evocar mundos cercanos o remotos.

El año anterior también se presentó la orquesta en el Santiago Londoño.  Estas presentaciones se hacen en el marco de giras programadas por la fundación, que incluyen varias ciudades del país.  En esa ocasión la entrada fue gratuita y el teatro estaba abarrotado desde tempranas horas.

Este año las entradas tenían un costo módico, y, sin embargo, la mitad del teatro estaba vacío.  Una lástima.  El espectáculo que se ofreció allí merecía un lleno total.  Y más niños y jóvenes en el auditorio, para que se ilusionen y puedan contemplar un proyecto de vida diferente, apegado al arte, tan salvadora para tantos que no tienen horizontes y cuyas opciones de vida están sesgadas desde el mismo día en que fueron concebidos.


martes, 15 de julio de 2014

LO QUE PARECE SER UNA BUENA NOTICIA

Leí, en este mismo periódico, que una firma británica será la encargada de diseñar dos planes que le hacen sentida falta a nuestra ciudad.Uno de movilidad y otro de espacio público. O, mejor, uno sólo que comprende ambos atributos, tan interrelacionados y necesarios para vivir en armonía en la ciudad contemporánea.

Parece ser una buena noticia,pero faltaría ver el alcance y la rigurosidad de los estudios, la pertinencia de las propuestas, la articulación con los planteamientos precedentes, su integralidad, etc.

No tengo prevenciones ni excesivas expectativas. En la medida en que las propuestas vayan siendo presentadas, se podrá expresar una opinión acerca de su calidad y congruencia.

Inicialmente, de acuerdo al contenido de la noticia, parece ser que los consultores tienen experiencia, lo cual es un principio de tranquilidad, pero, por supuesto, no una seguridad de un producto adecuado y útil.

Una sugerencia a tener en cuenta sería intentar articular los procesos anteriores(el plan maestro de movilidad metropolitano, algún plan de espacio público que quedó esbozado, entre otros estudios).  Muy conveniente revisar su contenido y retomar lo que se pueda, para no partir de ceros.

Esta reflexión debe abarcar, por lo menos, los siguientes aspectos: conformación morfológica del asentamiento urbano, estado de las infraestructuras existentes (vías y parques), medios de movilidad más utilizados, centros y subcentros -atractores y expulsores de viajes y recorridos-, recursos disponibles para ejecutar potenciales proyectos, entre otros. Y, como los mismos consultores lo han expresado en el artículo del periódico, los comportamientos ciudadanos asociados a estas problemáticas.  Podría decirse que lo que ellos han denominado “cultura”, y que hace parte de su propuesta,  son las rutinas, que van haciendo costumbre y  configuran, con el tiempo, los imaginarios colectivos, susceptibles de ser transformados.

Todos estos análisis son imprescindibles para garantizar que el producto entregado sea de provecho. Hemos vivido otro tipo de experiencias en el pasado, con renombrados consultores quienes, después de haberse ganado el contrato, se han negado, obstinadamente, a tomar en cuenta en sus análisis a la realidad, terminando sus recomendaciones en los anaqueles de las entidades, por impracticables.


Esperemos que,en estas ocasión, lo que se percibe como una buena noticia se convierta en una estupenda herramienta de planificación, que plantee alternativas para transformar la ciudad, volviéndola más eficiente y amable.Para lograrlo, la Secretaría de Planeación debe velar por la pertinencia de lo que se reciba como producto final de la consultoría.

martes, 8 de julio de 2014

LOS DINEROS DE LA VENTA DE LA TELEFÓNICA

Recientemente, a partir de una investigación realizada por el periódico La Tarde y Caracol Radio, se abrió la pregunta por la posible destinación de los más de sesenta mil millones de pesos que están en poder del municipio, producto de la venta de su participación en la empresa de teléfonos de Pereira.

Hace unos diez años, la participación del municipio en esta empresa le reportaba unos cinco mil millones de pesos anuales, que ingresaban al presupuesto y servían para realizar inversiones. 

Sin embargo, por los cambios tecnológicos, se empezó a hacer evidente la destrucción de valor de este negocio, el de la telefonía fija.  Desde ese entonces, el municipio intentó realizar una negociación con los otros socios, las Empresas Públicas de Medellín. Lamentablemente, y por razones que no vienen al caso, esta negociación no se concretó, ya que, recuerdo,  la cifra planteada era superior al doble de lo que finalmente se obtuvo.

Pero, como dicen, del ahogado el sombrero. Ese ya no es tema de discusión. 

Lo importante, según lo hallado por la investigación periodística mencionada, es el camino que habrán tomado estos recursos.

Mucho se dijo sobre su posible inversión en el momento de realizar el negocio. Después la atención de los ciudadanos pasó a otros asuntos, olvidando que era importante tener claridad acerca de cómo habrían de utilizarse.

Lamentablemente, el debate vuelve a ponerse a la orden del día cuando parece que ya se han gastado parte del monto original, por lo menos un veinticinco por ciento, sin que sea claro en qué o cómo.

Para un municipio lleno de necesidades y deficitario presupuestalmente, estos recursos son muy importantes y su inversión debería hacerse pensado en agregar valor, apalancando proyectos cuyos resultados fueran tangibles, verificables, y que tuvieran un nivel de impacto importante.

Creo que la Alcaldía está en mora de hacer un planteamiento concienzudo sobre el uso que va a darle a este dinero.  Y, ojalá, que no sea para realizar créditos, porque la experiencia de los dieciséis mil millones que el INFI Pereira le prestó a Cartago, sin que hasta ahora se sepa cómo habrán de recuperarse, parece mostrar a todas luces que los municipios no deben andar dándoselas de banco.  Ese capital queda mejor invertido en alguna necesidad sentida de la ciudad. Así, se acaba el riesgo de tenerlo expuesto a tanta creatividad que a veces demuestran los amigos del erario público. 


martes, 1 de julio de 2014

ADRIANA “LA GATA” VARELA

Concurrí a la presentación de esta cantante de tangos, el pasado jueves en el Santiago Londoño, sin muchas expectativas.  No la conocía, y sólo había oído decir que era “la mejor cantante de tango de la actualidad”.

Pero, ¿qué es lo mejor de la actualidad? Esas son afirmaciones que siempre, por lo menos para mí, devienen sospechosas.

Además, tratándose de un género musical como el tango, que ha sido interpretado por tantos y tan grandes, siempre queda el recelo acerca de lo que está por verse.

Pero, ha salido esta mujer tremenda al escenario.  Una artista, en toda la extensión de la palabra, con una voz prodigiosa, como regalada a ella por la naturaleza para que pudiera interpretar, precisamente, esta música que condensa en sus letras toda la pasión, la melancolía, la fuerza de la vida bien vivida.

No sólo tiene la voz profunda y grave, tiene una entonación precisa, que respeta las pausas, los silencios, no cantando, diciendo las letras, que fueron escritas para ser dichas con contundencia.

Estupendo manejo del cuerpo y del escenario, y de su pasión hecha gestos, comprometiendo toda su sensibilidad, y la de los atónitos espectadores.  Gran acompañamiento musical que no desmerece la presentación de la cantante.  Conjunto de representación artística con una fuerza arrasadora, que ha dejado a los asistentes inmóviles e indefensos, pensando en las miserias y heridas de la vida.Público con una receptividad total.  Comprometido afectivamente con el tango y con ella, que, haciendo gala de toda su emotividad, se entregó totalmente. 

La ciudad se va transformando, cediendo el paso a gustos más elaborados culturalmente.  Siempre es grato estar ahí, en el momento justo en que las cosas empiezan a cambiar, observando el nacimiento de algo: un campo cultural que empieza a insinuarse en Pereira, circunstancia que nos impone un reto, y que permite que una sonrisa llena de ilusión se dibuje en nuestro rostro.

Felicitaciones a los organizadores, a los obstinados que vienen trabajando por la consolidación de procesos culturales por fuera del odioso mercado, obviamente, mucho más valiosos.  Y, agradecimientos a la vida, por haber podido asistir a una presentación que ha movilizado todas las fibras de mis sentimientos, que me ha dejado perpleja y pensativa.  Impactarse con la vida no sucede corrientemente, y es bueno expresar el reconocimiento cuando nos sobreviene la oportunidad de vibrar con las maravillas de los seres humanos excepcionales, como “La Gata” Varela.