lunes, 28 de abril de 2014

¿DONDE ESTÁ EL ARTE EN LA LITERATURA ACTUAL?

Andrés Felipe Yayaes estudiante de literatura de la UTP que quiere ser escritor.  A pesar de su juventud, cuenta con un par de premios en concursos de cuento y reconocimientos a otros de sus textos (ver “Un solo corazón”,  El Espectador, 16 de abril de 2014).

Una frase suya me sorprendió: “El arte no es competencia”.  A ella añadiría la de mi querido profesor, el escritor Fernando Cruz Kronfly: “No se debe aspirar a vivir de la literatura, sino para la literatura”.

A lo mejor AndrA todas estas yo tengo que preguntarme una y mil veces, re cine!), y este es el camino seguro para que no se llegue a ninguna paés Felipe quiera forjarse una carrera de éxito, pero, a partir de su frase, me doy cuenta que intuye el precio que debe pagar: renunciar al arte y convertirse en un simple mercachifle de las letras, al estilo de los autores de moda de la sección de novedades literarias. 

Quien quiera ser un humano trascendente,empeñado en realizar un trabajo artístico, deberá aplicar todo su esfuerzo a perfeccionar su arte sin consultar los patrones de consumo. Ojalá muchos puedan, en ese camino, contar con un respaldo, público o privado, que no espere más retorno que verlos avanzar en su proceso creativo.  O, deberán resignarse a vivir de otra cosa, intentando no perderse  en los avatares propios de la lucha por la vida. 

El verdadero arte y, en él, la literatura como expresión, no tiene nada que ver con los productos dictados por el mercadeo como “trajes a la medida” de las exigencias del consumidor.  Ese es un falso dilema. Se dirá que se vende lo que la gente quiere leer, pero, si no se trabaja en la formación de públicos, si no se promocionan y facilitan las condiciones para lograr obras de calidad, ¿cómo se podrá establecer, algún día, la diferencia?   Se lee, siguiendo los estándares comerciales, al igual que se ven las nuevas series de televisión norteamericanas -de las que se dice que son mejores que el cine (¡pobre cine!)-, sin entender que este es un camino seguro hacia la alienación: lectores y espectadores como salchichas en una línea de producción.


Otra frase de mi profesor: “Hay pequeños núcleos de resistencia humana”, me recuerda que no todo está perdido, y que aún en esta sociedad manejada por el consumo, se conserva el interés por las ciencias del desarrollo humano. Encontrar verdadero arte en la literatura actual implica buscar esos núcleos, y, por qué no, hacerse parte activa de ellos!

lunes, 21 de abril de 2014

“El RASTRO DE TU SANGRE EN LA NIEVE”

Este es el título de uno de mis cuentos favoritos de Gabo.

Lo leí cuando era adolescente. Hice con él una empatía inmediata, más que con otros de sus textos, al ser esta una narración de corte contemporáneo, que, en su mayoría, se desarrolla teniendo a Francia y a España como telones de fondo.

Aunque contiene imágenes de sabor costeño, incluyendo descripciones del barrio Manga en Cartagena, no es el escenario autóctono del que se alimenta, aunque está atravesado por su idiosincrasia, que se refleja bien en la elaboración del personaje principal, Billy Sánchez de Ávila.

La impresión que causó en mi, pues va complejizándose -transitando de lo obvio a lo inesperado, agudizándose hasta volverse dramático- fue inolvidable.  

Volviéndolo a leer, recordé otro libro, “El Inquilino”de Javier Cercas, en el que continuamente se repite esta sentencia: “las cosas más simples pueden complicarte la vida”.  Y,  pensé que, no obstante, también las cosas simples pueden transformarle a uno la vida.  En ello radica la virtud de la literatura.  Leer es vivir experiencias en cuerpo ajeno, disfrutando del placer de la aventura desde las seguridad de la propia imaginación.

A diferencia de la imagen, predominante en estos tiempos hiper modernos, la palabra escrita tiene la ventaja de obligar a dos ejercicios creativos, como mínimo, el del escritor y el del lector.  Se requiere capacidad de abstracción, sensibilidad y concentración, para penetrar en un texto y dejarse llevar por él, en esa sensación de arrobamiento enamorado que sólo puede producir la lectura de un buen escrito.

Una persona, un niño que lee, desarrolla en su cerebro la capacidad de comprender al Otro (el narrador y los personajes).  Puede encontrar consuelo en ello, o sólo entretenimiento, pero, igualmente, a partir de este ejercicio, es posible que se estimule su creatividad, para emprender los desafíos de su propia existencia.


Por eso es que,  aunque muerto su cuerpo, Gabriel García Márquez seguirá vivo a través de su obra.  Ha legado lo suficiente. Y, de paso, ha otorgado sentido a una tradición literaria, que no hubiera sido reconocida y perfilada si él no hubiese existido, por lo menos no del modo en que lo ha sido.  Aunque existan opiniones contrarias, la literatura universal, y, por supuesto, la colombiana, bebe de sus fuentes y lo seguirá haciendo por un tiempo indefinido. Paz en su tumba, y,  en este mundo, lectores eternos!!!

lunes, 14 de abril de 2014

LO GOBERNABLE EN UNA CIUDAD

Recientemente el DNP ha divulgado los resultados de las acciones del gobierno para la reducción de la pobreza y pobreza extrema, en las zonas urbanas y rurales, y en las 13 principales ciudades.  La pobreza se reduce en 12 de estas ciudades y SÓLO crece en Pereira.  En el período de estudio (2012-2013) también aumentó la pobreza extrema en la ciudad.

Estas cifras han encendido las alarmas de muchos, y parecen no haberles dicho nada a otros.

Si bien no debería ser sorpresivo, puesto que nuestros indicadores socio económicos vienen en un proceso de deterioro de tiempo atrás (empleo, PIB, participación en las exportaciones, etc.), algunos apenas se asoman a esta realidad, y se sorprenden como quien acaba de descubrir el agua tibia.

Otros le endilgan la responsabilidad, exclusivamente,a los gobernantes de turno, y éstos, a su vez,  intentan lavarse las manos.

El sector privado no se manifiesta, o no lo hace contundentemente.

En reuniones con representantes de la Alcaldía, o en las intervenciones públicas de los políticos del partido que está en el gobierno municipal, incluso en las de aquellos que les sirven de divulgadores de información, se ha empezado a elaborar un curioso discurso,  que sigue la estrategia de la avestruz, ni más ni menos.   Esconder la cabeza en la arena y decir: ¡esta arena es un magnífico vividero! Y emprender una acusación: ¡ustedes, los formadores de opinión, flaco servicio le hacen a la ciudad criticándola tanto, aquí todo está muy bien!

Simpática posición.  El amor por Pereira es compartido por cuantos la habitamos, incluso lo dicen las cifras del programa Cómo Vamos: lo mejores indicadores corresponden al sentido de pertenencia que sus gentes tienen por la ciudad. Así que, no estamos hablando de una “falta de amor”.

Estamos hablando de que lo mínimo que esperan los ciudadanos de sus gobernantes es un discurso elaborado, para reconocer lo que está sucediendo (¡la realidad es tozuda, a veces no nos gusta, pero es la realidad!), y, sobre todo, una exposición clara de lo que se está intentando para cambiar las tendencias negativas.

Lo demás es bobería.

Convivir en un mismo espacio geográfico, cuando el vecino, el que nos topamos en el espacio público, el que vive en la indigencia, el desempleado, pereirano como nosotros, vive en condiciones de pobreza o de pobreza extrema, hace de nuestro proyecto de ciudad no sólo injusto sino INSOSTENIBLE!


lunes, 7 de abril de 2014

EL QUE SALTOS DA A SUS PIES SE ATIENE

Estuve en una reunión con los encargados por la Alcaldía de revisar el plan de ordenamiento, a los que, entre otras cosas, les tocó volver a empezar.

La doctora Mónica Saldarriaga, quien los lidera, le ha puesto voluntad y cerebro a un tema que es de difícil abordaje: aprehender la realidad de la ciudad.  Está acompañada en esta tarea por profesionales jóvenes, y unos asesores internacionales de los que se espera una visión de trascendencia de la cotidianidad local, ojalá sin caer en propuestas impracticables. 

Si bien es cierto que hay que tener un horizonte amplio de planificación, lo es también que el POT gobierna el día a día, y, por lo tanto, hay que conciliar las ambiciones de futuro con la posibilidad real de la ciudad de irse desarrollando en un orden establecido.

A veces lo sueños, sobre todo cuando estos se plantean a muy largo plazo, terminan siendo desbordados por la realidad, y lo que es normativamente impracticable se vuelve cotidianamente transgredido, hasta el punto de llegara frustrar buenas intenciones.

Por ejemplo, si lo que se pretende es tener un modelo de ocupación del territorio más concentrado, privilegiando procesos de renovación o re desarrollo urbano, hay que entrar a considerar varios asuntos.

Los sistemas de transporte masivo y alternativo que se habrán de emplear para no incurrir en saturaciones adicionales, más allá de las que hoy tienen nuestras vías. 

Los servicios públicos, pues es menester cuantificar la necesaria reposición de las viejas redes.  Hay lugares de estos donde hoy, ni siquiera con una densidad baja, se tiene buena presión del agua.

Y otros aspectos adicionales como la provisión de espacio público y equipamientos, acerca de los cuales se ha generado una controversia sobre los mecanismos de financiación.  Yo recomiendo a quienes quieran abordar la gestión de proyectos inmobiliarios desde el sector público, estudiar lo que se hizo en el macro proyecto de vivienda, Ciudadela Gonzalo Vallejo, allí,  con una cantidad mínima de recursos,  el Estado apalancó un proceso de desarrollo de grandes proporciones. 

Por eso es que estas operaciones urbanas deben estar acompañadas por el sector público, y eso implica que, también, habría que redimensionar la capacidad de gestión que la Alcaldía tiene para abordar simultáneamente diferentes macro proyectos.

Como decía mi mamá: ¡el que da sus saltos a sus pies se atiene! Y, en todo caso, la ciudad no se desarrolla por decreto.