El año que está por terminar trajo, como es costumbre, novedades, sinsabores, alegrías y derrotas.
Es lo normal de la vida, cuya existencia los humanos contabilizamos, y que igual transcurre indiferente, por fuera de nuestras referencias temporales.
No obstante la relatividad cultural de estos parámetros, siempre es bueno revisar lo realizado y plantear lo que está por venir.
El 2016 tuvo para mi el poder de instalarme en una manera diferente de ver la existencia, en el sentido de sacarme de mi cotidianidad y permitirme entrar en contacto con las realidades de otras personas, de condiciones o visiones de mundo diferentes a las mías.
Es así como a través de los proyectos encarados pude conocer las lógicas del arte visual contemporáneo, mediante la labor que desempeñé como Directora de Gestión del 44 Salón Nacional de Artistas. También participé en la formulación del Plan de Acción de la Sociedad de Mejoras, en su nueva etapa post zoológico, intentando, entre otras actividades, retomar desde allí lo realizado en el pasado en procura de una política de Cultura Ciudadana para Pereira.
Este año, con un grupo de personas emprendimos el proyecto de portal web Lacebraquehabla.com. Desde allí, he podido conocer a quienes se dedican al periodismo, la crónica, la caricatura, y otros géneros de expresión relacionados con la formación de opinión pública. A partir de esta plataforma, hemos realizado recorridos por barrios, veredas y corregimientos, muchos de los cuales no visitaba desde que era funcionaria pública. Se trata de un ejercicio para mejorar nuestra capacidad de comprensión de la ciudad y sus habitantes, e intentar de esta manera aprehender su diversidad.
Igualmente, compartí de cerca con los miembros del colectivo ciudadano Espacio y Ciudad, en su propósito por obtener para la ciudad un gran espacio público en el predio que actualmente ocupa el Batallón San Mateo.
Asimismo, entré en relación con los representantes del movimiento Foro de Cultura, los miembros del Sindicato del Instituto de Cultura y algunos líderes locales de partidos políticos como el Polo y el Partido Verde. Juntos luchamos con argumentos y actividades para evitar que el Alcalde liquidara el Instituto de Cultura de Pereira. Y aunque no lo logramos, pude comprobar que la ciudad avanza en la cualificación de una nueva clase dirigente. Igual percepción de liderazgo social siento en el grupo de activistas del grupo La Querendona Cívica, algunos de los cuales recientemente he conocido, y que desarrollan múltiples actividades en pro del bienestar social de las comunidades vulnerables.
También, el pasado 6 de diciembre llegué al fin del ciclo de formación del doctorado en literatura, obteniendo la candidatura a doctora y la aprobación para iniciar mi trabajo de tesis.
Todas experiencias muy positivas.
Los nuevos rumbos consisten en revaluar los propios preceptos, cuestionarse, mirarse en nuevos paradigmas y emprender caminos sin retorno. Lo vivido ha hecho de mi otra persona. Lo que antes me parecía cómodo, normal o seguro, ha dejado de serlo, y mi ser se abre al porvenir cargado de expectativas y anhelos por vivir.
Fotos por: Jess Ar
VÍDEO COLUMNA:
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