SANTA ROSA TURISTICA
Acerca de la oferta turística en este municipio, realicé un
pequeño sondeo, del cual resultó un amplio inventario de cafés, restaurantes, entre
otros servicios. De allí, decidí emprender un recorrido el pasado puente
festivo, cuyas observaciones desprevenidas me gustaría compartir
propositivamente.
En el entramado urbano, no es fácil distinguir un núcleo o sector
específico donde se concentre la oferta, y varios de los restaurantes señalados
se encontraban cerrados al público después de las dos de la tarde.
Tomando el recorrido por la ruta que conduce al valle del Río San
Eugenio, la situación presenta diferentes matices.
Hay una oferta muy dinámica y variada de múltiples
establecimientos que, a lado y lado de la vía, ofrecen comidas, artesanías,
hospedajes, alquiler de caballos, cafés y postres, entre otros. La vía se encuentra pavimentada, aunque en
regular estado, y, no existe una armonía en la presentación de la oferta. Podría
decirse que el sector se ha venido desarrollando de manera bastante desordenada,
llamando la atención que muchos de los establecimiento tienen las fachadas negadas
hacia el paisaje.
La experiencia puntual en un restaurante de los más recomendados
no fue buena: la comida era regular, el servicio carente de entrenamiento, y el
establecimiento algo ruinoso. Eso sí, la música era de lujo y a un volumen muy
confortable.
En el recorrido por la carretera que conduce a Termales, faltando
2 kilómetros para llegar al lugar, nos dijeron que estaba “trancadito”, y que
con suerte recorreríamos esa distancia ¡en 45 minutos!
Ya de regreso paramos en un café. Ese lugar estaba bien, en
general. Y en esto no me refiero a un
gusto particular, sino comparando con ciertos estándares que ya se encuentran
en la oferta turística de los municipios vecinos.
El balance, desde mi perspectiva, es así: un gran potencial
paisajístico, con una maravillosa vía de comunicación. El casco urbano algo errático desde el punto
de vista turístico, con un sector rural de gran potencial. Y, un producto gastronómico propio pero de
baja calidad.
Considero que el proyecto de certificación de los servicios
turísticos le vendrá especialmente bien a Santa Rosa de Cabal, para potenciar
todas sus cualidades, que son muchas, y
mejorar los estándares de oferta y
servicio.
En buena medida este municipio ya tiene lo más valioso e
importante: muchos visitantes, belleza natural innegable y, aunque desordenada,
una nutrida oferta. Sólo le falta ese “toque”, que distingue a los destinos turísticos
que todo viajero quiere volver a visitar.