miércoles, 17 de julio de 2013

LA “JOYA DE LA CORONA”

Así se suele llamar a la empresa Aguas y  Aguas de Pereira.  Y no es para menos, no hay nada más imprescindible para la vida que el agua.   Una ciudad depende,  totalmente,  de este recurso que se debe cuidar como un tesoro.

La contrapartida del agua pura son las aguas servidas.  Por años las ciudades se desarrollaron sin pensar en la contaminación producida por los desechos.  En nuestro municipio,  desde el año 1.996 y con recursos del BID,  se emprendió el plan maestro de acueducto y alcantarillado.  En este último se han invertido 98 mil  millones, construyendo 68 km de colectores e interceptores, tuberías paralelas a los ríos que recogen las aguas negras evitando que estas lleguen hasta los cauces. 

Restan inversiones por 173 mil millones,  hoy sin financiación, aunque he sabido que el Gerente está gestionando estos recursos con buena probabilidad de éxito.  Estos serán destinados, fundamentalmente, a la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales y a los túneles de trasvase.  El sistema de aguas negras está diseñado para recogerlas a lo largo de la ciudad, de oriente a occidente, y conducirlas por ambos ríos, el Otún y el Consota, en los colectores paralelos.  Pero  la planta de tratamiento será una sola, ubicada en el Otún, así que todo lo recaudado en el Consota debe ser trasvasado hasta el Otún.

Ha sido un esfuerzo muy significativo que requiere para su concreción de la construcción, por lo pronto, de los túneles (De la Dulcera al Consota y del Consota al Otún), y del colector pendiente en el río Otún.  De esta manera, aunque faltase la planta de tratamiento (vale 120 mil millones), construyendo los túneles se haría rentable lo ya invertido,  puesto que aguas abajo del punto de entrega del túnel principal,  en el Otún, no hay zonas construidas.  Además, se beneficiaría a la población de Cartago,  que hoy se ve afectada al ser el Río Consota tributario de La Vieja, de donde toman el agua para su consumo.

Nuestra empresa tiene una de las cuencas más extensas y mejor custodiadas.   Por años se han comprado terrenos para garantizar la soberanía sobre los territorios adyacentes a su recorrido.  De un total de 29.000 hectáreas que componen la cuenca,  Aguas y Aguas es propietaria de 6.000.  Es un verdadero paraíso,  poblado por bosques nativos y especies animales, que nos recuerda la majestad de la naturaleza. 


La empresa es el activo más estratégico con el que cuenta la ciudad, ya que controla el insumo primordial sin el cual no podría existir.  Gracias a Dios que al frente de ella está, de lejos,  el mejor del gabinete y de la casa política que ostenta el poder.  Confiamos en su buen criterio para salvaguardar los intereses públicos y desechar el camino facilista y pernicioso de la privatización.  Privatizar el agua equivaldría a dejar de ser una sociedad que habita un territorio para convertirnos en “dependientes” de una corporación.  El reto que tiene esta administración es demostrar que está en capacidad de cuidar las joyas que la ciudad le ha entregado en custodia.

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