Este nombre describe un lugar, un espacio geográfico, recreado magistralmente por el escritor
Caldense Bernardo Arias Trujillo en su novela Risaralda.
Según la descripción del autor, se localiza en las riveras del
Cauca, y fue una brecha en el monte que abrieron nuestros antepasados
recientes, para asentarse allí, en el puerto que hoy lleva el nombre de La
Virginia.
Sinceramente, no se por qué esta novela, de tan excelsa redacción, esta narración, tan salvaje como la misma
Sopinga o como sus primitivos habitantes, que refleja de manera tan cruda como
hermosa esa especie de anarquía fiera y festiva de la que todos los habitantes
de estas tierras conservamos un poco, no
es texto obligado de lectura en las escuelas y colegios del Departamento.
Dicen que para entender el presente y forjar el futuro hay que
conocer bien el pasado. Y he aquí una
buena herramienta para entender por qué nuestra región, y en especial Pereira,
esta ciudad que se autodenomina “la querendona, trasnochadora y morena”, tiene
esas características tan particulares, en sus gentes festivas, emprendedoras,
fieras e indómitas, también informales, desabrochadas y pelioneras. Si queremos conocernos mejor, tenemos que
remitirnos a los orígenes, a quienes le ganaron tierra al monte y desafiaron
las estructuras sociales y fundaron en
Sopinga su propio estado de libertad.
Todos en estas tierras tenemos algo de Juan Manuel y de Víctor
Malo, y las mujeres todavía conservamos la belleza y la fuerza sensual de la
Canchelo.
Con motivo del sesquicentenario de Pereira, un grupo de personas
tuvo la idea de llevar esta historia al teatro.
Germán Jaramillo, actor manizalita, consagrado como el protagonista de
la Virgen de los Sicarios, co fundador y partícipe del teatro Libre de Bogotá
durante treinta años, y que actualmente reside en New York, es quien encabeza
esta tarea. Tuvo en sus inicios la ayuda
de un gran hombre y conocedor de estas latitudes, el difunto Gabriel Germán
Londoño, quien con su entusiasmo colaboró para prender la idea de llevar a las
tablas esta novela.
Hoy en día, la iniciativa continúa. Ya se hicieron los castings a
los actores, quienes proceden de comunidades asentadas en cercanías del Río
Cauca, en su gran mayoría, actores naturales a los que no les quedará nada
difícil interpretar esta historia, la suya, la de su tierra y su gente.
Para concretar esta puesta en escena, Germán ha recibido la
decidida colaboración de Mauricio Vega Lemus, director de la Cámara de Comercio
de Pereira, y del Alcalde, a través del Instituto de Cultura. Pero todavía faltan recursos.
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