El año que acaba de terminar, la Alcaldía
empezó a rehabilitar algunas vías de la ciudad.
Tal vez la intervención más importante fue
la de la Avenida Circunvalar.
De este proyecto se ejecutaron dos tramos,
uno entre la calles 4 y 2E, por un valor cercano a los 1.700 millones, y otro
entre las calles 10 y 6, por un valor
similar. Para un total de unos 3.400
millones, según datos que recibí cuando la obra estaba en
un 90% de ejecución.
Quedan pendientes los tramos entre el
hotel Movich y Juan Valdéz, y entre el centro comercial Arboleda y la glorieta
de Buñuelos Días. Es decir, de un total
de 1,3 km que tiene toda la vía se ejecutaron 850 metros, aproximadamente.
La obra en mención fue inaugurada al
finalizar el año con gran despliegue, y allí se puede ver un pasavía con una
leyenda que dice algo como: “Cumplimos!!!”
Es cierto que se hizo la intervención en
dos de cuatro tramos, que se escogió un buen pavimento con una proyección de
duración a 20 años, según los datos técnicos, y que lo que ya se rehabilitó se
ve muy bien. Pero de aquello de “cumplimos”
no estoy tan segura, el término parece demasiado contundente para una obra que
se ha ejecutado sólo parcialmente.
Además, la intención con esta vía es convertirla
en un par vial, retornando por la carrera 12 o por la 12 bis. Habrá razones para escoger uno u otro
recorrido en su momento, pero, la transformación vertiginosa que ha sufrido
este sector, migrando de los usos residenciales a los comerciales, y el impacto
de las grandes edificaciones, como el Parque Arboleda, van obligando a tomar
esta decisión.
Me asalta la duda de si las previsiones
para transformarla en par vial fueron tenidas en cuenta a la hora de hacer esta
intervención, adicionalmente, se propuso trazar por allí un ramal de la
cicloruta, tan necesaria como benéfica para cualquier ciudad, y también, un proyecto más amplio debería haber contemplado una intervención de andenes
y una renovación de redes de servicios públicos.
Por esto hay dos cosas que me
preocupan. El sistema rígido utilizado, mucho
más costoso que el asfalto, es más duradero, pero es muy sensible a las roturas
e intervenciones parciales. Si se
empiezan a hacer intervenciones, para pasar acometidas de servicios públicos, la
durabilidad del pavimento se va a afectar.
Conociendo la falta de coordinación interinstitucional, y la dinámica de la zona, esto va a empezar a suceder,
tristemente, más temprano que tarde. Y,
no se ve que esta obra de mantenimiento haya estado articulada con el proyecto
del par víal, no se hizo ninguna intervención de andenes y no se proyectó la
cicloruta. Así que, “cumplimos”? Será cuando
toda la obra esté terminada, y ojalá con una orientación de proyecto ambicioso
y transformador. La misión de un
dirigente es guiar las acciones de las entidades para que los recursos
invertidos generen el mayor impacto posible.
Una cosa es rehabilitar una vía, y otra muy distinta es ejecutar un
proyecto transformador con una visión de ciudad.
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