martes, 9 de mayo de 2017

LAS OTRAS REDES DE MOVILIDAD


En nuestras ciudades generalmente se discute la movilidad en términos de las vías construidas para vehículos motorizados, es decir, aquellas que permiten la circulación de carros, motos o buses (ya sean estos articulados a sistemas de transporte masivo o no).  


No obstante, la experiencia de ciudades más grandes, como Bogotá o Medellín, nos ha mostrado que no es suficiente sumar modalidades de transporte (buses articulados, vías para vehículos particulares, cable aéreo, metro o tranvía etc.) para resolver los desplazamientos eficientemente, ni siquiera en recorridos cortos.

Recientemente visité Bogotá por cuestiones de trabajo. Llegué muy temprano en razón a otro problema de movilidad de carácter diferente: el temor a los cierres del Aeropuerto Matecaña. Tuve tiempo de almorzar cerca al lugar de mi cita, pero al momento de acudir a ella empecé a padecer. Duramos enfrascados en un embotellamiento cerca de hora y media, de los cuales recorrer una sola cuadra nos tomó 40 minutos.


Es irracional pero así empiezan a funcionar las ciudades en la medida en que las calles se llenan de carros particulares y taxis, sobre todo cuando queremos hacer recorridos para los cuales el sistema de transporte masivo no es una opción.

Es este el momento en el cual la movilidad deja de ser solo desplazamientos en vehículos motorizados, y la bicicleta o caminar se convierte en una gran alternativa, sobre todo para recorridos considerados cortos.

En Pereira no existe una continuidad adecuada en la red de ciclorutas, de tal forma que su uso sea una alternativa de movilidad real y segura. Hoy, los carriles que se han segregado para este uso permanecen vacíos o bloqueados por quienes los consideran un maravilloso espacio de parqueo.  Muchos se preguntan si en realidad tiene alguna utilidad haber dejado estos espacios.  Personalmente considero que son muy útiles y que la ciudad los va a requerir cada vez con mayor demanda en la medida en que la congestión aumente. Pero, es verdad que requieren extenderse y conectarse mejor.


Pasa igual con los andenes.  Tenemos una falta de continuidad que es penosa.

Tanto en el centro como en los barrios cercanos (Pinares de San Martín o la propia Circunvalar) o en la periferia (barrio Cuba, Villa Santana, Parque Industrial, o Samaria), el problema es el mismo.

Uno de los casos más críticos es el de la zona de expansión occidental. La doble calzada Pereira a Cerritos fue pensada como una ruta de salida de la ciudad sin andenes, pero se urbanizó a cada costado, y hoy es frecuente ver a todo tipo de ciudadanos caminando por la berma, con los consecuentes riesgos que esto conlleva para sus vidas.  

El POT vigente contempla una extensa red de ciclorutas, las cuales hay que priorizar para irlas construyendo. Y deberíamos hacer lo mismo con los andenes, de tal manera que podamos contar con alternativas que nos salven de perder la vida atrapados en odiosos trancones de vehículos particulares, o en las congestiones y desconexiones (al parecer inevitables) de nuestros sistemas de transporte masivo.

Fotos: Jess Ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario