Presenciamos por estos días el movimiento de banderas y discursos relativos
a los males que nos aquejan. Todos los participantes en la contienda electoral pretenden
tener las respuestas para lograr cambios significativos en las dinámicas que afectan
a sus posibles electores.
Sé, porque incluso me he sentado con algunos de ellos, que cada
una de las seis campañas activas a la Alcaldía de Pereira cuenta con personas
de buen perfil, conocedoras de los temas y preocupadas por la ciudad, que están
tratando de construir las mejores proposiciones.
Por lo tanto, quisiera que me permitieran exponerles un punto de
vista, general, pero muy importante. El
afán electoral no puede llevar a los diferentes grupos conceptuales, y por ende
a los postulantes, a perder de vista dos cosas:
Primera, Criterio de Posibilidad: los distintos planteamientos
deben ser realizables, esto es financiables y con sustento en cifras reales, y
en los planes que ha construido la ciudad (que no son pocos).
Segunda, Criterio de Necesidad: así se trate de alternativas
realizables, debería haber en ellas otro criterio de selección, este es que
sean necesarias y que garanticen la continuidad de procesos que vienen en
curso, es decir, debe haber un orden de prioridad.
Lo digo porque es relativamente fácil salir al público con ideas
aparentemente innovadoras, o tremendamente impactantes, que pueden no ser
financiables o no necesitarse con la misma urgencia que otras, o que, siendo
buenas, desconocen procesos en curso, pretendiendo solucionar problemáticas -como
en el caso del transporte masivo-, desarrollando proyectos nuevos y costosos
sin haber solucionado siquiera las dificultades que se generaron a partir de los
proyectos anteriores, que en su momento
también fueron buenos y costosos, y por los cuales la ciudad ya hizo grandes
apuestas.
Así es que no sólo se trata de ganar las elecciones, se trata de
que aquel que salga elegido va a tener que gobernar. Y, al hacerlo, deberá considerar los criterios
anteriores. Entonces se verá obligado a reflexionar.
Si se echa para atrás estaría engañando a sus electores o, si persiste
en el error, quedaría graduado de irresponsable y sería verdaderamente pernicioso,
su período de gobierno sería prácticamente pedido.
Corregir en este momento es mucho más sensato. Seguramente, dentro de este marco de
necesidades y posibilidades, cada uno de los aspirantes podrá desarrollar muy
buenas iniciativas, y las beneficiadas serán la ciudad y la región. Por eso,
candidatos y, sobre todo, electores: ojo con las propuestas!!!
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