martes, 10 de marzo de 2015

EL PROYECTO MÁS PINTORESCO DEL MUNDO

La Acuavenida del Río es un proyecto ciudadano, cuyo objetivo es la “potencialización espacial y social”.

Tomando un sector de vital importancia para cualquier ciudad, la ribera de su río tutelar, el grupo de promotores ha planteado un proyecto de embellecimiento de las fachadas de las viviendas y los espacios públicos, existentes aunque precarios, en las orillas del río Otún.

Actividades de creación artística que buscan mejorar el aspecto de inmuebles y alrededores,  y generar sentido de pertenencia en los habitantes de estos barrios, históricamente marginados. 

La participación de la comunidad es el pilar sobre el que, a mi modo de ver, se asienta esta iniciativa.  El proyecto, a diferencia de muchos otros, tiene una concepción participativa, no sólo en las obras artísticas a partir de las cuales se ha ido concretando, como las  esculturas funcionales de bancas y cercas, los murales y jardines, todos estos aportes en la dotación y el embellecimiento del espacio público; sino en su componente de capacitación a través de los talleres de creación “Curso del río”.

Estamos ante una variante o concepción contemporánea de nuestro ya legendario civismo, que ha dado en llamarse a sí misma Mecenazgo cultural.  Un grupo de personas con capacidades artísticas y voluntad de ejecución, que le han ganado camino a la vida en el terreno de sus ambiciones: con una clara oposición a la cultura consumista y de la ganancia acumuladora, su deseo es el servicio y la obra trascendente.

Ante este comportamiento solidario y comprometido con su hábitat, no queda más que expresar nuestra admiración e intentar imitar su ejemplo. 

Este grupo de artistas liderado por Edgar Velasco, y entre los que se cuentan Viviana Ángel y Álvaro Hoyos, le está dando una lección a los habitantes de Pereira y, sobre todo, a las instituciones.  Con muy poco han logrado cambios significativos y,  lo más relevante, interesar a una población tradicionalmente apática. 

Han contado con el apoyo de la CARDER -especialmente de la arquitecta Claudia Patricia Velásquez Lopera, con quien compartimos de vieja data el anhelo de la renovación del tramo urbano del río Otún-,  el periódico La Tarde, y ahora con el de empresas del sector privado.


Es mucho lo que falta por hacer y cada día más personas,  e instituciones como la Alcaldía o la empresa de Acueducto y Alcantarillado, deberían vincularse a este propósito.  La invitación es a acudir prestos al llamado que se nos hace: ¡Unirnos al cauce!

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