La Acuavenida del Río es
un proyecto ciudadano, cuyo objetivo es la “potencialización espacial y
social”.
Tomando un sector de vital importancia para cualquier ciudad, la
ribera de su río tutelar, el grupo de promotores ha planteado un proyecto de
embellecimiento de las fachadas de las viviendas y los espacios públicos,
existentes aunque precarios, en las orillas del río Otún.
Actividades de creación artística que buscan mejorar el aspecto de
inmuebles y alrededores, y generar
sentido de pertenencia en los habitantes de estos barrios, históricamente
marginados.
La participación de la comunidad es el pilar sobre el que, a mi
modo de ver, se asienta esta iniciativa.
El proyecto, a diferencia de muchos otros, tiene una concepción
participativa, no sólo en las obras artísticas a partir de las cuales se ha ido
concretando, como las esculturas
funcionales de bancas y cercas, los murales y jardines, todos estos aportes en
la dotación y el embellecimiento del espacio público; sino en su componente de capacitación
a través de los talleres de creación “Curso del río”.
Estamos ante una variante o concepción contemporánea de nuestro ya
legendario civismo, que ha dado en llamarse a sí misma Mecenazgo cultural. Un grupo
de personas con capacidades artísticas y voluntad de ejecución, que le han
ganado camino a la vida en el terreno de sus ambiciones: con una clara oposición
a la cultura consumista y de la ganancia acumuladora, su deseo es el servicio y
la obra trascendente.
Ante este comportamiento solidario y comprometido con su hábitat,
no queda más que expresar nuestra admiración e intentar imitar su ejemplo.
Este grupo de artistas liderado por Edgar Velasco, y entre los que
se cuentan Viviana Ángel y Álvaro Hoyos, le está dando una lección a los
habitantes de Pereira y, sobre todo, a las instituciones. Con muy poco han logrado cambios
significativos y, lo más relevante,
interesar a una población tradicionalmente apática.
Han contado con el apoyo de la CARDER -especialmente de la
arquitecta Claudia Patricia Velásquez Lopera, con quien compartimos de vieja
data el anhelo de la renovación del tramo urbano del río Otún-, el periódico La Tarde, y ahora con el de
empresas del sector privado.
Es mucho lo que falta por hacer y cada día más personas, e instituciones como la Alcaldía o la empresa
de Acueducto y Alcantarillado, deberían vincularse a este propósito. La invitación es a acudir prestos al llamado
que se nos hace: ¡Unirnos al cauce!
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