martes, 24 de junio de 2014

EL NUEVO POT

En días recientes fui invitada a una exposición del POT de Pereira, y he quedado con las mejores impresiones del trabajo que se viene realizando.

En un artículo anterior, expresé que el debate en torno a la formulación del nuevo POT no debería centrarse en la reducción del perímetro. Y me sostengo, incluso diciendo que tampoco sería necesario ampliarlo, pues aunque la extensión planteada por el POT del año 2000 se encuentra desarrollada, sobre todo en sus bordes, aún conserva remanentes que pueden garantizar el desarrollo de la ciudad en el horizonte de planificación propuesto.

Nos enfrentamos a una realidad que amerita otra mirada, práctica y asentada en lo tangible. Y eso es lo que he podido percibir, precisamente,  en la exposición de los funcionarios de la Alcaldía. Ellos están reflexionando sobre el macro urbanismo que se requiere para armonizar los desarrollos puntuales de las zonas de expansión,  apuntándole también a la densificación y a la renovación urbana.  Las dos cosas a la vez, ya que no son excluyentes y no tienen por qué serlo.

También he dicho en estas reuniones, que las operaciones urbanas deberían habilitar porciones grandes de territorio, tanto en expansión como al interior del perímetro urbano.  En la medida en que estas son de dimensiones considerables, se pueden repartir equitativamente las cargas urbanísticas, y garantizar mejores estándares de espacio público, equipamientos y vías. 

Pero, y quiero ratificarme en esto, se requiere, de manera imprescindible, la participación del Estado. La gestión del suelo no puede hacerse sin su acompañamiento.  Dejar a los privados solos,es condenar estas iniciativas al fracaso.

El gobierno municipal está obligado a planear la infraestructura física, pero, adicionalmente, debe empezar a pensar con qué institucionalidad va a enfrentar la gestión del suelo. “La ciudad que queremos”no va a ser posible sin una entidad dedicada a estas labores, que, por razones burocráticas, no puede ser una Secretaría de Despacho.

Tengo entendido que se pretende hacer una reforma institucional, que incluye la creación de algo así como un instituto urbano.  Pero, señores de la Alcaldía, ¿para qué crear otro instituto, con más puestos fijos, si ya tienen el INFI? ¿No sería mucho más razonable otorgarle estas funciones, y que allí se cree una división especializada en gestión del suelo? Porque, pensándolo bien, cuando el Parque Temático termine, se van a quedar sin oficio. En cambio, ¡de estas labores podrían encargarse inmediatamente, y sin mayores traumatismos!


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