martes, 23 de diciembre de 2014

MAÑANA ES NAVIDAD

Tengo los mejores recuerdos de las navidades pasadas en familia, y de mi ciudad, tan bonita, con sus calles iluminadas.

Hay lugares tradicionales de Pereira que han cambiado, como los sectores de la Avenida Circunvalar, Los Alpes, la calle 14 y el barrio Los Álamos, pero que permanecen en el recuerdo, especialmente por los alumbrados navideños.

Hoy, esos mismos lugares ya no son residenciales, el comercio los ha hecho suyos, y el desorden también.  La Circunvalar dejó su antigua belleza de casas señoriales para convertirse en edificaciones mal subdivididas: ruido, invasión del espacio público, publicidad visual, todo se mezcla para ir deteriorando lo que antaño fuera un lugar urbanísticamente privilegiado, de viviendas con una arquitectura destacada.  Lo mismo podría decirse de la calle 14 y del barrio Los Álamos: las antiguas casas parecen buques fantasmas, que luchan para no hundirse definitivamente en la oscuridad de lo inhabitado.

No obstante, hay otros barrios en Pereira, animados, iluminados, llenos de objetos navideños, productos de la creatividad de sus moradores.  Uno de ellos es Altavista, en la ciudadela Cuba.  Qué lindas son sus calles alumbradas: luces, figuras decorativas y el ánimo de quienes allí habitan, hacen de este un lugar muy especial para vivir la navidad. 

Huyendo de la soledad de los condominios privados, y de la frialdad de los lugares tradicionales en donde sólo queda el recuerdo, he encontrado en barrios como Altavista el encanto de lo genuino.  Ese gesto de originalidad no programada, que surge para sí misma, una manera de vivir la navidad con el calor y el entusiasmo que no se encuentran en otros lugares.

Mañana es navidad.  Anhelo estar allí, en un barrio de aquello sabiertos a la calle, populares y auténticos, rodeada de la gente sencilla que es contenta por definición, y en donde se hacen natillas y sancochos en leñas que ahúman los andenes.

Me gusta ver la ciudad como una sola, con sus barrios y sus gentes, pero tal vez no alcance a recorrer todos los lugares que quisiera, y, por ello, deseo utilizar este medio para enviarles a mis lectores un saludo de navidad, sea cual fuere el lugar en que se encuentren.  Con él van mis mejores deseos para los días por venir, y el agradecimiento por haber compartido conmigo durante este año sus preocupaciones y buenas ideas.  El interés que han mostrado por mis opiniones, en ocasiones inmerecido, ése ha sido mi regalo. ¡Muchas gracias y felices fiestas!


No hay comentarios:

Publicar un comentario