martes, 15 de julio de 2014

LO QUE PARECE SER UNA BUENA NOTICIA

Leí, en este mismo periódico, que una firma británica será la encargada de diseñar dos planes que le hacen sentida falta a nuestra ciudad.Uno de movilidad y otro de espacio público. O, mejor, uno sólo que comprende ambos atributos, tan interrelacionados y necesarios para vivir en armonía en la ciudad contemporánea.

Parece ser una buena noticia,pero faltaría ver el alcance y la rigurosidad de los estudios, la pertinencia de las propuestas, la articulación con los planteamientos precedentes, su integralidad, etc.

No tengo prevenciones ni excesivas expectativas. En la medida en que las propuestas vayan siendo presentadas, se podrá expresar una opinión acerca de su calidad y congruencia.

Inicialmente, de acuerdo al contenido de la noticia, parece ser que los consultores tienen experiencia, lo cual es un principio de tranquilidad, pero, por supuesto, no una seguridad de un producto adecuado y útil.

Una sugerencia a tener en cuenta sería intentar articular los procesos anteriores(el plan maestro de movilidad metropolitano, algún plan de espacio público que quedó esbozado, entre otros estudios).  Muy conveniente revisar su contenido y retomar lo que se pueda, para no partir de ceros.

Esta reflexión debe abarcar, por lo menos, los siguientes aspectos: conformación morfológica del asentamiento urbano, estado de las infraestructuras existentes (vías y parques), medios de movilidad más utilizados, centros y subcentros -atractores y expulsores de viajes y recorridos-, recursos disponibles para ejecutar potenciales proyectos, entre otros. Y, como los mismos consultores lo han expresado en el artículo del periódico, los comportamientos ciudadanos asociados a estas problemáticas.  Podría decirse que lo que ellos han denominado “cultura”, y que hace parte de su propuesta,  son las rutinas, que van haciendo costumbre y  configuran, con el tiempo, los imaginarios colectivos, susceptibles de ser transformados.

Todos estos análisis son imprescindibles para garantizar que el producto entregado sea de provecho. Hemos vivido otro tipo de experiencias en el pasado, con renombrados consultores quienes, después de haberse ganado el contrato, se han negado, obstinadamente, a tomar en cuenta en sus análisis a la realidad, terminando sus recomendaciones en los anaqueles de las entidades, por impracticables.


Esperemos que,en estas ocasión, lo que se percibe como una buena noticia se convierta en una estupenda herramienta de planificación, que plantee alternativas para transformar la ciudad, volviéndola más eficiente y amable.Para lograrlo, la Secretaría de Planeación debe velar por la pertinencia de lo que se reciba como producto final de la consultoría.

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