martes, 15 de marzo de 2016


PERDIDOS EN LA INFORMACIÓN Y SIN DECISIONES



Es tanta la información que se ha dado alrededor del Megabús, que se ha vuelto difícil hacer el seguimiento y entender en qué va, al fin y al cabo, el transporte masivo en Pereira.

La discusión se enciende momentáneamente cuando se agudizan los problemas, como los presentados con el operador Promasivo, y se opaca por períodos demasiado largos.  

Entre tanto, la movilidad en Pereira parece colapsar en las escasas dos avenidas que tenemos.

Ya no es fácil establecer las horas pico -el flujo de vehículos se mantiene constante durante el día-, las motos nos invadieron, y el Megabús sigue siendo un sistema incompleto, que no llega a todos los lugares.  Para la necesaria integración, se han hecho modelos que no resultan en algo concreto. Integrar, pasa por articular a los actores del sistema, incluyendo la nueva iniciativa del cable aéreo. Y, según me informan, por el aporte de recursos significativos de la Nación para la ampliación de la infraestructura. ¿Cómo resolver rápidamente estos trámites para no vernos condenados a otros diez años sin integración?

Mientras tanto, los ciudadanos toman iniciativas positivas. Se bajan del automóvil particular, y se someten a la incompletud e incomodidades del sistema.  Algunos buscan la manera de llegar a las rutas de los  alimentadores, y luego siguen su trayecto en la troncal, terminando de desplazarse a pié hasta sus oficinas y consultorios. El sistema de transporte masivo debería dirigirse prioritariamente a este tipo de población: personas que se desplazan de un lugar de origen a un único destino, que pasan el día en sus actividades localizadas (clínica, consultorio, oficina, universidad) y regresan a su casa al finalizar la jornada de trabajo.  Muchos han venido comprendiendo que no vale la pena incurrir en los costos de tiempo y mantenimiento de vehículos particulares, para guardarlos todo el día en un garaje.  
A ellos el sistema les debe facilidades.  Parqueaderos (de carros y bicicletas) en las estaciones centrales (Cuba, Victoria, Dosquebradas), la posibilidad de llevar las bicicletas en los buses, la integración con la UTP, un subsidio a la tarifa, entre otras medidas que animen a los pereiranos a bajarse del carro y la moto.   

El caso es que, después de haber hecho tantas inversiones, las autoridades y los ciudadanos deberían comprender que subirse al Megabús es la única salida sostenible, en el mediano plazo, para solventar los problemas de movilidad y falta de infraestructura vial que aquejan a nuestra ciudad.

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