martes, 23 de junio de 2015

SOBRE EL MANTENIMIENTO VIAL

Las vías construidas son un activo de la ciudad.

Hemos invertido, generación tras generación, muchos recursos en la construcción de lo que hoy constituye nuestra malla vial.

Sin embargo, desde que se pignoraron los recursos de la sobre tasa  a la gasolina para apalancar las obras del Megabús, es notorio el abandono en el que quedó el mantenimiento de la malla vial.

Estos recursos, que antaño se dirigían a reparar vías o a reponer tramos completos de calzadas averiadas, no fueron reemplazados adecuadamente.

Y las consecuencias saltan a la vista.Por donde transitamos están presentes los odiados huecos.

En lugares como el barrio Los Alamos, las vías de acceso a la Universidad Tecnológica, o la Avenida 30 de Agosto, es notorio el deterioro de las carpetas y losas que sirven de pavimento.

Recientemente se han acometido ciertas reparaciones. Pero estas son sólo remedios superficiales para males muy grandes.

Carpetas que deben ser levantadas por completo son simplemente agujereadas, tratando de reparar los baches, pero estos se unen, y el arreglo termina siendo un remiendo cuya duración será corta.

Es obvio que lo mejor sería levantar los tramos completos y reemplazar definitivamente las calzadas, cosa que no se hace, debido a la ausencia de recursos suficientes y, también, por la ausencia de una política consistente de mantenimiento vial.

Habría que considerar si reparar completamente sería más económico que esos reparcheos extensos.

Otra duda grande que queda es la eficacia de las cuadrillas de obreros del municipio, quienes realizan estas labores.  Es corriente ver un gran número de obreros en los lugares de las reparaciones, de los cuales solo uno o dos trabajan,  mientras los otros, aparentemente, no están haciendo nada.

De todas maneras esta fuerza de trabajo hace parte de la planta de la administración municipal y se dirá que debe ser aplicada a ciertos trabajos, para no dejarlos completamente ociosos.

El orden de los recursos que se requieren para mantener adecuadamente en las vías de la ciudad,  y empezar a cubrir el faltante de los años anteriores, es de unos treinta mil millones de pesos año. 

Los recursos de la sobre tasa a la gasolina terminan su pignoración al Megabús en el próximo 2016.  La ciudad debe tomar conciencia de la necesidad de orientar estos recursos exclusivamente para el mantenimiento de las vías. De no hacerlo, se perderá lo que la ciudad ha invertido, con tanto esfuerzo, durante largos años de construcción y desarrollo urbanístico.




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