En el año 2011, realizamos un estudio de la malla vial construida,
cuyo resultado fue entregado, a través de CAMACOL, al actual Alcalde. Allí figuran varios proyectos, que ojalá se tomen en cuenta a la hora de
revisar el POT. Son obras sencillas, que
pretenden completar tramos de vías o
mejorar las intersecciones, con la idea de formar anillos que sirvan
para ir y venir de los lugares con mayor flujo de vehículos, como el Centro, la
Circunvalar, Cuba, la UTP, etc.
Las obras que se están proponiendo para ejecutar por valorización están
incluidas en el estudio. ¡Qué bien que
hayan sido acogidas! Pero me llama la
atención que, a la hora de definir su
trazado, no se haya tenido en cuenta al gremio que las propuso. En lo que a mi respecta, debería aprender de
una vez que las cosas regaladas nadie las valora. Así el estudio haya sido bueno, al
obsequiarlo, aparentemente nos invalidamos para participar de su concreción. Y eso que no estábamos detrás de ningún
contrato!!!
Se han hecho muchas consultas a otros profesionales, lo cual está
bien. Pero, estos no son proyectos de
ingeniería simplemente, son vías, que hacen parte del ordenamiento urbano, y,
como cuesta tanto construirlas, hay que tener especial cuidado de que sus
trazados coincidan con intenciones de desarrollo; articularlas con el espacio
público, los equipamientos colectivos, o los procesos de renovación urbana. Además, en ello Planeación Municipal debería ser
actor de primera línea. ¿Así ha sido? No parece.
Hay que decir que algunas de nuestras propuestas fueron mejoradas,
por ejemplo, la intersección en la Avda. Sur, a la altura del Barrio El
Jardín. También ha habido críticas
razonables a lo propuesto, como en el empalme del Anillo Vial Circunvalar a la
cra. 12. Sin embargo, en este caso
puntual, pensando la ciudad con una visión sistémica, no se debería olvidar que
esta conexión se requiere para que el par vial haga parte integral del Anillo Longitudinal. La ingeniería y la arquitectura deberían
resolverlo, causando el menor impacto posible, pero nunca abandonando el
objetivo. Renunciar a la conexión por la
cra. 12 y plantearla por la calle 13, desconecta totalmente el proyecto del
Anillo.
En cuanto a la necesidad de otra salida del centro tradicional,
alternativa a la calle 18, se propuso intervenir el Parque Olaya, que es
patrimonio, lo cual implica que se deberá contar con la participación de
arquitectos especialistas en el tema. La
bondad de darle continuidad a la calle 20 (y no por la calle 21, como se
pretende), radica en su capacidad de conexión con la Avenida Belalcázar. Además, la 21 hoy funciona muy bien como
acceso al centro, ¿qué necesidad hay de volverla de doble sentido?
Resumiendo, hicimos con dedicación un plan que nadie nos estaba
pidiendo y se lo regalamos a la ciudad.
Se va a cobrar valorización (tributo bastante impopular), y las cosas no
se van a hacer del todo bien. Y ni siquiera pudimos participar en la
estructuración de los proyectos. Como
dicen: ahí tienen para que aprendan!!!
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