viernes, 23 de agosto de 2013

ECONOMIA Y CIUDAD

La ciudad es la sociedad y la sociedad es el hombre.

La ciudad está constituida por tangibles e intangibles. Los atributos, como vías, espacios públicos, redes de servicios públicos, equipamientos, construcciones, etc., y las dimensiones, que son la economía, la política y la cultura.

Para que todo funcione, detrás de cada acción, existe un complejo entramado de redes, servicios, soportes, códigos, y personas que se ocupan de desarrollar actividades específicas, que, por sí mismas, no tendrían mucho sentido. 

La calidad, confiabilidad, riqueza técnica y artística de estas actividades o acciones, depende del grado de refinamiento y de los recursos con los que cuente esa sociedad, la que está instalada en la ciudad, y para ello, la base primordial es la economía.

Una ciudad con una economía debilitada, difícilmente podrá mantener la infraestructura en buen estado, y no tendrá cómo dedicar tiempo y esfuerzos a la educación, la producción artística,  o la cultura ciudadana.   Una economía informal, no creará empleo de calidad, no ocupará mano de obra calificada, no hará investigación y desarrollo, y puede caer fácilmente en una dependencia nociva de actividades ilícitas.  Su clase dirigente será pobre de mentalidad y estará concentrada en sacar provecho de su posición en detrimento del beneficio colectivo. 

Es por esto que Pereira requiere con urgencia re vitalizar su aparato productivo.  No es posible subsistir sólo de las actividades comerciales y de servicios.  Trabajar para desarrollar y fortalecer la industria es imperativo para garantizar la sostenibilidad de la ciudad en el largo plazo. 

Con la realización de la Asamblea Nacional de la ANDI, se hizo evidente que hemos avanzado mucho en cuanto a la celebración de eventos, capacidad hotelera, oferta de restaurantes, etc.  Pereira se lució en la organización y la atención a los asistentes.  No obstante, sería interesante que, incluso tomando este evento como un punto de quiebre, todas las baterías de empresarios y autoridades se orientaran en la reconstrucción del aparato productivo local.  Necesitamos con urgencia fortalecer las pocas industrias que aún nos quedan  y generar procesos que les agreguen valor y las preparen para la competencia, al igual que reducir las trabas y los costos de transacción.  También, apostarle a la creación de nuevas industrias o a la atracción de algunas existentes - para que se asienten en este territorio-,  todo esto sin negar lo existente y sin descalificar los otros sectores de la economía.

Algo se viene haciendo con proyectos como Invest in Pereira, pero no es suficiente. 

Desde el sector público se requiere más acción y menos discurso.  Existe una tendencia a querer cambiarlo todo pensando que esta es la forma de alcanzar los objetivos, y resulta que no es posible cambiar de un plumazo una tendencia de desarrollo.  Yo creo que es más interesante ir dando pequeños pasos, pero tangibles.  Teniendo un norte bien definido, la fuerza de los hechos se irá imponiendo con ayuda de la perseverancia.  

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