La ciudad es la sociedad y la sociedad es el hombre.
La ciudad está constituida por tangibles e intangibles. Los
atributos, como vías, espacios públicos, redes de servicios públicos,
equipamientos, construcciones, etc., y las dimensiones, que son la economía, la
política y la cultura.
Para que todo funcione, detrás de cada acción, existe un complejo
entramado de redes, servicios, soportes, códigos, y personas que se ocupan de
desarrollar actividades específicas, que, por sí mismas, no tendrían mucho
sentido.
La calidad, confiabilidad, riqueza técnica y artística de estas
actividades o acciones, depende del grado de refinamiento y de los recursos con
los que cuente esa sociedad, la que está instalada en la ciudad, y para ello,
la base primordial es la economía.
Una ciudad con una economía debilitada, difícilmente podrá mantener
la infraestructura en buen estado, y no tendrá cómo dedicar tiempo y esfuerzos
a la educación, la producción artística,
o la cultura ciudadana. Una
economía informal, no creará empleo de calidad, no ocupará mano de obra
calificada, no hará investigación y desarrollo, y puede caer fácilmente en una
dependencia nociva de actividades ilícitas.
Su clase dirigente será pobre de mentalidad y estará concentrada en
sacar provecho de su posición en detrimento del beneficio colectivo.
Es por esto que Pereira requiere con urgencia re vitalizar su
aparato productivo. No es posible
subsistir sólo de las actividades comerciales y de servicios. Trabajar para desarrollar y fortalecer la industria
es imperativo para garantizar la sostenibilidad de la ciudad en el largo
plazo.
Con la realización de la Asamblea Nacional de la ANDI, se hizo
evidente que hemos avanzado mucho en cuanto a la celebración de eventos,
capacidad hotelera, oferta de restaurantes, etc. Pereira se lució en la organización y la
atención a los asistentes. No obstante,
sería interesante que, incluso tomando este evento como un punto de quiebre,
todas las baterías de empresarios y autoridades se orientaran en la
reconstrucción del aparato productivo local.
Necesitamos con urgencia fortalecer las pocas industrias que aún nos
quedan y generar procesos que les
agreguen valor y las preparen para la competencia, al igual que reducir las trabas
y los costos de transacción. También, apostarle
a la creación de nuevas industrias o a la atracción de algunas existentes -
para que se asienten en este territorio-, todo esto sin negar lo existente y sin
descalificar los otros sectores de la economía.
Algo se viene haciendo con proyectos como Invest in Pereira, pero
no es suficiente.
Desde el sector público se requiere más acción y menos
discurso. Existe una tendencia a querer
cambiarlo todo pensando que esta es la forma de alcanzar los objetivos, y resulta
que no es posible cambiar de un plumazo una tendencia de desarrollo. Yo creo que es más interesante ir dando pequeños
pasos, pero tangibles. Teniendo un norte
bien definido, la fuerza de los hechos se irá imponiendo con ayuda de la perseverancia.
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