Hay un gran auge a nivel internacional de la denominada “industria
naranja”, categoría que agrupaa los servicios culturales destinados a
satisfacer los momentos de ocio y entretenimiento.
Enel Diario La República, del 24 de noviembre de 2013, así se
registra un informe presentado por el BID:“América Latina como región sólo
exporta el 1.7% de los US$646.000 millones anuales que mueve el comercio
mundial de servicios culturales”.
Un ejemplo que vale la pena revisar es el Carnaval de Barranquilla.Se
estima que los ingresos generados por éste a la ciudadorbitan alrededor de los $45.000
millones de pesos, que provienen de la inversión de autoridades y
patrocinadores, pero que dejan un excedente.
Este año a la fiesta de coronación de la reina del carnaval
asistieron unas 12.000 personas. Fue un
espectáculo de hora y media de danza, en el que se presentaron cerca de 600
bailarines. Cada dos minutos había
cambio de música, bailarines y trajes, y así sucesivamente. Al final, un concierto de Juan Luis Guerra
cerró con broche de oro la jornada. Una puesta en escena algo fastuosa que, sin
embargo, debe haber movilizado mucho empleo local.
Otra de sus actividades es la Batalla de las Flores, 4.5 km de
recorrido –el sambodromo del carnaval de Río tiene 720 m-con una duración de
más de 6 horas, en la que se pueden ver expresiones verdaderamente autóctonas
–generalmente personas a pié- y remolques (camabajas) que llevan a los invitados
de los patrocinadores (empresas, canales de televisión, etc.). Así, alternan
las escuelas de danza que funcionan en la ciudad -con su diversidad de trajes y
bailes, acompañados por músicos locales que interpretan ritmos típicos- por un
lado, y ejecutivos, personas del mundo
de la farándula y modelos, todos muyfashion, acompañados por cualquier d.j. de
moda, por el otro. Estos últimos
deslucen un poco el desfile pues no puede decirse que san representaciones
culturales, pero parecen ser fundamentales a la hora de recoger los recursos
que se requieren.
Para Barranquilla es la oportunidad de atraer turistas, y propiciar
interesantes dinámicas económicas locales. He ahí un ejemplo de una alternativa
para generar empleo e ingresos:rescatar nuestra tradición y desarrollar
emprendimientos culturales que se acojan a las
perspectivas de esta industria en desarrollo.
Las oportunidades parecen estar a la mano, pero se requiere de un fuerte
impulso del gobierno local. ¿Estará este
tema dentro de sus prioridades?
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