El
pasado sábado, temprano en la mañana, ocurrió un fatal accidente en la doble
calzada Pereira Cerritos. En el sentido
oriente-occidente, inmediatamente después de la intersección del Pollo, un
camión de concreto premezclado chocó con una motocicleta, con el resultado fatal
de la muerte del motociclista, lo que desató un monumental trancón que a los
pocos minutos llegaba hasta Unicentro.
En
el camino a Pereira, se veía cómo los recién llegados al atasco se abalanzaban
por encima del separador, tirándose literalmente sobre los vehículos que
marchaban por el carril del sentido contrario, haciendo gala de una actitud
bárbara que desafiaba el cumplimiento de cualquier tipo de norma y que, en su
embestida, atentaba sobre todo contra su propia integridad.
Esta
fue una situación límite que desató todo tipo de comportamientos indebidos,
que, sin embargo, se presentan también en condiciones normales. Sobre todo de las motocicletas, que no respetan
ningún tipo de retorno y tienen varias aperturas en el separador, desde donde
se cruzan con total imprudencia.
La
doble calzada estaba concebida como la salida de la ciudad, y por ello sus
retornos fueron pensados para ser eventuales.
Pero la ciudad llegó y copó los terrenos aledaños, y hoy es un trayecto
urbano en el que se mezclan diferentes tipos de transporte. Todo esto sin andenes, intersecciones
adecuadas ni cruces peatonales, lo que la convierte en una especie de tubo
veloz que ya ha cobrado muchas vidas.
Estas
problemáticas se suman a la alta vulnerabilidad de la población asentada entre
las intersecciones del Pollo y Cerritos, puesto que, una vez abordado este
recorrido, no existe ningún tipo de variante que se pueda tomar. ¿Qué será de esta población el día que suceda
una emergencia y la carretera quede bloqueada?
En
varios escenarios he manifestado la necesidad de proyectar una vía alterna. El trazado más viable, por razones de los
asentamientos ya consolidados, es el tramo sur, desde la intersección de
Coralina, ojalá hasta la de Cerritos.
Podría abordarse una primera etapa hasta el Parque Temático, y salir a
conectar con la doble calzada, puesto que allí ya es posible tomar como
alternativa la ruta que conduce a La Virginia por Cafelia.
Tal
vez la única alternativa para afrontar todas estas obras (variante,
intersecciones y cruces peatonales de la actual vía) sería ampliando la
concesión que está a punto de terminar. Me dicen que alguna solución de este tipo
están proyectando en el INFIPEREIRA.
Sería bueno saber qué participación tiene en estas proyecciones Planeación
Municipal y que, de una vez, se invitara a participar al concesionario, a
Planeación Nacional y a la Agencia Nacional de Infraestructura.
Foto por: Sebastian Becerra
Foto por: Sebastian Becerra
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