Un destacadísimo 5º lugar, después de Valle, Antioquia, Bogotá y Boyacá. Con 11 medallas de oro, 21 de plata y 23 de bronce, estamos ante una participación histórica de Risaralda en los Juegos Nacionales. Felicitaciones a la delegación, han dado gloria a nuestro departamento.
Risaralda se destacó en Judo con 4 medallas de oro, de 24 en total para esta disciplina en los juegos, en arquería con las 2 medallas de oro que obtuvo Daniel Pacheco (de 20), 2 de oro en actividades subacuáticas (de 28), 2 de oro en bowling (de 6) y 1 de oro en tenis de campo (de 7), con la brillante actuación de Felipe Escobar Convers.
En otros de los deportes con más medallería en los juegos, como natación (40 de oro), patinaje (26 de oro), o lucha (21 de oro), estuvo ausente el departamento.
Esto nos da para hacer una reflexión. Los resultados deportivos devienen de procesos de largo aliento, de estructuras bien organizadas, departamentos que apuestan con todo al deporte, y, para ello, es fundamental el rol de las ligas. Estas, tristemente, han servido para acomodos burocráticos, y para que algunas personas mediocres se ganen la vida usurpando los recursos que, legítimamente, deberían ir a la formación y entrenamiento de los deportistas.
Revisando los resultados, nos percatamos que, a excepción de las medallas obtenidas en judo y actividades subacuáticas, las demás medallas corresponden a deportes en donde los resultados obedecen más a procesos individuales, financiados por las familias de los deportistas.
Es el caso del tenis. Felipe Escobar debe su estructuración y trayectoria a los esfuerzos de sus padres y a la posibilidad de entrenamiento que ha encontrado en el Club Campestre de Pereira (semillero de grandes deportistas). Aunque hoy en día en la liga de tenis está una persona honesta y juiciosa, y han venido cambiando en cuanto al apoyo que se le da a los deportistas para la participación en diversos torneos nacionales, en el pasado el manejo ha sido más bien irregular, y no se podría decir que el triunfo obtenido obedezca a un proceso proveniente de la liga. Este triunfo se debe a la lucha de un núcleo familiar que ha apostado por el deporte como una forma de vida. No sólo es un gran esfuerzo económico, lo es también de dedicación, disciplina y sacrificio.
No obstante, ha sido una participación exitosa y, en cierta medida, inesperada, pues se superaron con creces los presupuestos. Qué bueno por el departamento, el deporte es una forma de vida que exalta lo mejor del ser humano, y, para la población de menos recursos, se constituye en una manera de encontrar alternativas a las difíciles circunstancias de vida. Por eso, al fortalecer los procesos deportivos, alejarlos de la politiquería, entregar las ligas a las personas idóneas, se garantiza que el acceso sea más democrático y los resultados no reflejen las diferencias de clase, porque, la ausencia de recursos y la mala administración, tienden a perpetuar las desigualdades sociales también en las canchas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario